El mundo lo recuerda hoy
Jueves 25 de noviembre de 2021, p. a12
Buenos Aires/Nápoles. El silencio que rodea la tumba contrasta con el ruido ensordecedor que fue su vida. Diego Armando Maradona, uno de los más grandes futbolistas de la historia, está enterrado junto a sus padres en el sector A del cementerio privado Jardín Bella Vista, en las afueras de Buenos Aires, desde que un paro cardiorrespiratorio le provocó la muerte a los 60 años el 25 de noviembre de 2020.
Salvo familiares directos y personal del camposanto –enclavado en un barrio humilde de casas bajas– nadie puede acercarse a su tumba, extraña paradoja para un ídolo popular que pasó la mayor parte de su vida rodeado de fanáticos.
Nada indica que allí descansan los restos del argentino más famoso de la historia. La única referencia está del otro lado de la frondosa arboleda que cerca al cementerio: un mural que retrata episodios de su carrera, como el segundo gol contra Inglaterra en el mundial México 86, y un mensaje: Todos queríamos un poco de él, pero fue él quien se llevó un poco de nosotros
.
Mientras los maradonianos
todavía lo lloran, su vida disipada le sigue pasando facturas a un año de su muerte. Dos reclamos por paternidad están pendientes en la justicia; sus hijos reconocidos aguardan por una herencia que no se sabe con certeza a cuánto asciende, también se espera una subas-ta de bienes del astro y una mujer cubana denunció recientemente que fue violada por el ex futbolista.
Dos estatuas en Nápoles
Mavys Álvarez declaró ante la justicia argentina la semana pasada que durante los casi cinco años de relación con Maradona en la isla, el ex futbolista la sometió a violencia física y sexual y la introdujo en la adicción a las drogas. En ese entonces ella era menor de edad.
Sostuvo también que en 2001 fue traída a Buenos Aires sin el consentimiento de sus padres para el partido despedida de Maradona. Durante su estadía, según el relato, fue sometida a una operación de implantes mamarios contra su voluntad por insistencia del propio astro.
Mientras tanto, Maradona sigue omnipresente en Nápoles, donde se consagró, y hoy se instalará una estatua de bronce frente al estadio que lleva su nombre para celebrar el vínculo eterno
entre la ciudad y el Pibe de Oro.
Ya en la estación de tren, Diego
interpela a los turistas desde la tienda oficial del Nápoles. En la camiseta ubicada en el escaparate, su cara estilizada aparece en medio de una huella digital, símbolo del legado dejado por la leyenda argentina
.
“La obra nació de una exigencia personal. Tras el anuncio de su muerte, algo comenzó a faltarme en mi vida diaria. Y como napolitano, pero también como tifoso del Nápoles y escultor, decidí que debía rendirle homenaje con una obra que le ofrezca la eternidad”, describe el escultor Domenico Sepe.
El Napoli instalará otra estatua el domingo en el estadio, antes del partido contra la Lazio, en el que los jugadores locales vestirán la famosa camiseta con la cara del ídolo.
Aunque el verdadero homenaje que esperan los aficionados es reconquistar el Scudetto, torneo que el Nápoles sólo ha ganado en dos ocasiones, en ambas con Maradona liderando el equipo (1987 y 1990).