Martes 23 de noviembre de 2021, p. 3
México llamó en el seno del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (UNSC, por sus siglas en inglés) a que la comunidad internacional establezca y mejore los mecanismos para monitorear y prevenir el tráfico ilícito de armas, en virtud de la violencia que ese fenómeno alimenta en varias regiones del mundo, incluido nuestro país.
Al presidir ayer la sesión de ese organismo, el canciller Marcelo Ebrard pidió que los gobiernos impulsen entre sus sectores privados nacionales –en particular a las empresas relacionadas con armamento– medidas de autorregulación conforme a sus legislaciones domésticas.
Esto para prevenir que sus prácticas comerciales propicien activamente el comercio ilícito de sus productos. Es un fenómeno presente en todos los conflictos armados, que afecta gravemente y en múltiples dimensiones a la población civil, destruye el tejido social y propicia la violencia, en especial contra los grupos más vulnerables. Genera desplazamientos y flujos irregulares de personas que desean escapar de contextos de inseguridad. En contraste, las compañías productoras y distribuidoras de estas armas, con prácticas irresponsables, mantienen ingresos abundantes y en ascenso
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Este mes, México ejerce la presidencia rotativa del UNSC, con sede en Nueva York. En ese marco, se propuso llevar al organismo este tema. Ebrard recordó que el gobierno mexicano presentó una denuncia contra 11 empresas de armas de Estados Unidos, a fin de que asuman su responsabilidad en el contrabando de ese arsenal.
Reconoció los esfuerzos que desde la ONU se han emprendido para prevenir y contrarrestar la problemática, pero, subrayó, han sido insuficientes.
Debemos hacer más para disminuir el desvío y tráfico de armas y sus consecuencias negativas, en particular en países que se debaten con altos niveles de violencia criminal
, apuntó el canciller, quien estuvo acompañado por el representante permanente de México en la ONU, el embajador Juan Ramón de la Fuente.
En los debates, el representante de Estados Unidos –país donde la industria armamentística es una de las más poderosas– aseveró que los instrumentos regionales e internacionales para combatir y prevenir ese ilícito son abundantes y, de aplicarse correctamente, contribuirían en los esfuerzos internacionales para luchar contra este tráfico
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A su vez, el portavoz de Rusia señaló que éste no era el foro para la discusión del tema. El UNSC no debe duplicar las funciones de la asamblea general. Su papel principal es facilitar la resolución de conflictos en regiones específicas, y los esfuerzos (contra el tráfico de armas) deben revisarse en la asamblea general de la ONU
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En su intervención, Ebrard detalló que, a escala mundial, alrededor de 500 personas pierden la vida y otras 2 mil resultan heridas cada día por disparo de arma de fuego.
En América Latina, añadió, se presentan cifras anuales de violencia y muertes por armas de fuego aún mayores que las observadas en varias de las zonas en las que se reconoce un conflicto armado, por ejemplo, casi en 75 por ciento de los homicidios y feminicidios está involucrada un arma de esta naturaleza.
El canciller planteó varias medidas: el monitoreo y rastreo de armas, mayores controles fronterizos y que las empresas privadas, a quienes también corresponde hacerse responsables, tengan una autorregulación y vigilen sus cadenas de distribución a fin de evitar el desvío y comercio ilícito de sus productos, así como asegurarse que las fabricadas legalmente no lleguen a manos criminales.