Washington. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, acusó ayer al gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de celebrar antier unas elecciones viciadas que sesgaron el proceso para predeterminar el resultado a favor de su partido, y no reflejan la voluntad del pueblo venezolano.

Advirtió, en un comunicado, que Washington mantendría el apoyo al líder de la oposición, Juan Guaidó, y que seguiría trabajando con socios internacionales para usar herramientas diplomáticas y económicas para presionar.

Las detenciones arbitrarias y el acoso de actores políticos y de la sociedad civil, la criminalización de las actividades de los partidos de oposición, la prohibición de candidatos, la manipulación de las listas de votantes, la censura persistente de los medios de comunicación y otras tácticas autoritarias sofocaron prácticamente el pluralismo político y garantizaron que las elecciones no reflejasen la voluntad del pueblo venezolano, afirmó Blinken.

El régimen de Maduro privó a los venezolanos una vez más de su derecho a participar en un proceso electoral libre y justo, añadió Blinken.

Reiteró su apoyo a las negociaciones en México entre el gobierno de Maduro y la oposición, que se encuentran suspendidas tras la extradición a Estados Unidos del empresario Alex Saab, representante del gobierno bolivariano en ese proceso.

Venezuela reaccionó y calificó de injerencista la postura de Estados Unidos. Queda claro que el gran perdedor fue el imperialismo, manifestó en un comunicado.