Viernes 12 de noviembre de 2021, p. 6
Si no podemos reconocer los patrones que permitieron la violencia que se ejerció en el pasado, como la que se vivió durante la guerra sucia, difícilmente vamos a responder a la del presente
, a las desapariciones de personas, las ejecuciones extrajudiciales, la tortura y la violencia sexual, aseguró Carlos Pérez Ricart, doctor en ciencias políticas por la Universidad Libre de Berlín.
Por ello, destacó, el trabajo que realizará la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia –de la cual forma parte–, no solamente trata de escarbar
para saber qué sucedió y determinar responsabilidades, sino también para ser capaces de prevenir violencias actuales.
Advirtió que la tarea que este mecanismo tiene enfrente es titánica
, y llevará quizá más tiempo de lo establecido, ya que se determinó que estará vigente hasta 2024.
Pérez Ricart, profesor investigador titular en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (Cide), es especialista en el estudio de la relación México-Estados Unidos, seguridad y crimen organizado, tráfico de armas y teorías de formación del Estado; además, cuenta con amplia experiencia en el análisis de información proveniente de archivos de instituciones estadunidenses y mexicanas.
En entrevista con La Jornada, resaltó que, a diferencia de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), creada por Vicente Fox, en la comisión sí hay un interés y apoyo presidencial y de dependencias, como la Secretaría de Gobernación, para no sólo esclarecer lo ocurrido entre los años 1965 y 1990, sino que se garanticen mecanismos de no repetición, de acceso a la verdad y de justicia restaurativa, transparentes para que se indemnice de manera integral a las víctimas y sus familiares.
Sobre la judicialización de los casos, Pérez Ricart reconoció que al no ser una fiscalía, “a priori no se propone como un instrumento para llevar gente a juicio, aunque es una posibilidad. Podemos investigar y dar parte a las autoridades de delitos que se cometieron en el pasado y que necesitan ser examinados, pues hay algunos que no expiran”.
No obstante, afirmó, se tienen las condiciones para alcanzar los resultados. Hay estructura, vamos a ver cómo presupuestalmente esto puede funcionar mejor, pero de inicio yo creo que es inmejorable
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Respecto de si se tiene confianza en la participación que tendrá el Ejército, en cuanto a la apertura de expedientes y de sus instalaciones, aludió que la comisión buscará que se concrete; sin embargo, anticipó que ello se logrará no sólo en las fuerzas armadas, sino también con las demás instituciones que se muestren reacias a cooperar, en la medida en que vean interés de la sociedad y que los medios de comunicación nos acompañen, que no nos dejen solos. Es un trabajo que hay que hacer juntos, presionando
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En este sentido, Pérez Ricart consideró que es la última posibilidad que tiene el Estado mexicano y la sociedad por esclarecer responsabilidades en torno a lo sucedido en términos de graves violaciones a los derechos humanos en el periodo de 1965 y 1990
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