Miércoles 10 de noviembre de 2021, p. 37
Ixtapaluca, Méx., El último tramo de la pendiente que va de la Sierra Nevada hasta la caseta de cobro de San Marcos Huixtoco, en la autopista México-Puebla, cuenta con sólo dos rampas de frenado de emergencia, pero éstas se encuentran en los primeros cinco de los 10 kilómetros de esa extensa línea recta, de tal forma que cuando los conductores se quedan sin frenos pasando esos puntos, ya no tienen a dónde dirigirse más que a la fatalidad.
En los tres meses recientes ahí han ocurrido tres accidentes con saldo de 19 decesos y por lo menos 12 heridos. Durante un recorrido por esa vía de cuota se pudo comprobar que las rampas están en operación y cuentan con los señalamientos adecuados; la zona de curvas en la montaña termina aproximadamente en el kilómetro 43 y a partir de ese punto hasta el kilómetro 33 + 200, donde se ubica la caseta, el descenso se convierte en una prolongada trampa mortal.
La línea roja está marcada sobre el carril de alta velocidad y guía a los conductores hasta los montículos de tierra ubicados en el costado derecho, sobre el acotamiento.
Esta arteria empezó a funcionar en 1962. Al crecer la zona metropolitana del Valle de México, la caseta de cobro fue reubicada del kilómetro 28, donde la carretera es plana y hoy se le conoce como Caseta Vieja, al kilómetro 33, justo donde se inicia o termina (según sea el sentido) la pendiente de la Sierra Nevada.
La autopista México-Puebla estuvo en constante modernización durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto y desde el kilómetro 65, en la cima de la zona montañosa donde se ubican las comunidades de Llano Grande y Río Frío, hasta el kilómetro 33, donde opera la garita, la carpeta asfáltica se encuentra en buenas condiciones.
Datos de Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos (Capufe) indican que esta autopista tiene una extensión de 97 kilómetros; en 2020 fue la carretera a su cargo con más flujo vehicular: 125 mil 403 unidades diariamente y más de 45 millones de automotores ese año.
En 2018, cuando empezó la actual administración federal, el cruce de la plaza costaba 126 pesos. Actualmente la cuota es de 140.
Durante el recorrido se observó que entre el kilómetro 37 y el 33 hay por lo menos dos lotes que corresponden al derecho de vía federal, los cuales se encuentran descuidados, con cascajo, maleza y basura; sin embargo, podrían ser acondicionados para instalar una o dos nuevas rampas de frenado.
En tanto, legisladores federales de Morena por el estado de México anunciaron que buscarán una reunión con representantes de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, con el fin de encontrar alternativas para evitar los constantes accidentes en esta plaza, el último ocurrido el sábado 6 de noviembre, donde perdieron la vida 17 personas.