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Puntos sobre las íes

Recuerdos (CLXIV) profundos

T

ras de aquellos tumultuosos cambios que vivió la humanidad, productos todos ellos del automóvil en 1936. La cuestión escolar y la mujer, en tanto, estaba siendo educada para dos grandes esquemas: el High School para ser secretaria, trabajar como secretaria, muy buena, muy linda, muy mona y muy preparada hasta en el momento en que se casaba y ahí se acababa todo. El segundo aspecto para el cual la mujer era formada para las labores propias del hogar. Había los institutos familiar y sociales en donde se les enseñaba a hacer pasteles, repostería, a coser y a bordar, a zurcir y eso tal vez tuviera una aplicación práctica en el momento de contraer matrimonio. Pero esto cambia, se abre la cultura universitaria para las mujeres y ésta ahora es doctora, ingeniera, licenciada, arquitecta, es todo lo que se le ocurra: técnica en computación, pilotos y todo esto ha traído un cambio brutal. Ahora a toda acción corresponde una reacción. La respuesta es que hemos tenido pruebas palpables de que las mujeres ya no desean casarse, prefieren tener una libertad absoluta y plena, estar apegadas a un equis hombre a un cierto compromiso, a tener una obligación. Es otro el panorama.

La mujer está igualada con el hombre, esas diferencias que estaban marcadas por la limitación económica y cultural que se ejercían sobre ésta van desapareciendo ¡en buena hora! ¡Bendito sea Dios! Pero, como en todo, hay excesos.

¿Cómo se refleja esto en los toros? Hoy en día la mujer va y opina. Antiguamente si iba a los toros mejor se callaba, porque era vista como un ser que no entendía gran cosa del espectáculo. Hoy va, se motiva, aprende, investiga, quiere, gusta, sabe, discute, escribe y se manifiesta.

AEM: Pero en la época de Cintrón y Cobián era muy difícil ser mujer. Conchita Cintrón relata que al llegar a España nunca la dejaron torear a pie.

(AAB) : tenían que romper tabúes y lo logran y no le permiten torear a pie por una razón muy importante: es el machismo, es lo que se dijo; el que en México se considera un machismo popular era propio en todo el mundo: se da en España, en Francia, en Portugal, en África, en Oceanía, en Australia y en todas partes. No se permite a la mujer transformar el mundo de los toros si es nuestro mundo, propio de los hombres, es nuestro mundo privado, somos el sexo masculino el que rige; sin embargo, la mujer lo rompe e interviene y arma una revolución y cambia muchos conceptos y esquemas; al romper un molde es difícil quebrar un esquema, pero lo logra, lo hace.

Ahora no son ni María Cobián, ni Conchita Cintrón las primeras que lo hacen, toreras ha habido muchas, con todo; infinidad. Lo han logrado hacer, lo han logrado romper con todo y las 50 mil limitaciones que en esos años existían; por lo que te estoy diciendo es un mundo muy masculino, era muy varonil, muy limitado. Pero no lo limites sólo en la cuestión taurina, encuadrado en todo lo que era el planteta entonces, encuádralo en lo profesional, en la educación, en lo familiar era otro. La mujer en la casa y el hombre en la calle. Hoy día esos esquemas han terminado. Si lo sigue haciendo la mujer es por gusto, pero no por obligación. Son cosas muy distintas y hay muchas mujeres que son casadas y trabajan, esto no puede verse mal, pero en aquellos años existía aquella limitante, ese conservadurismo –vamos a llamarle así–. Esto no quiere decir y no malinterpretes que para llegar a esto tengan que prostituirse. No, para nada, son dos mundos totalmente diferentes.

(AAB)