Estudio muestra que este sector cree que es menos dañino que el tabaco, cuando es lo contrario
ligerosatraen a varios jóvenes, quienes consiguen estos productos en Facebook o Instagran con entrega a domicilio.Foto Natalia Ruiz
Domingo 24 de octubre de 2021, p. 12
Los cartuchos con soluciones para vapear pueden contener en un mililitro altas concentraciones nicóticas, comparables a cajetilla y media de tabaco convencional, advierten estudios científicos sin conflicto de intereses con la industria tabacalera.
Dichas soluciones para cigarros electrónicos o vapeadores, llamados Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), pueden contener hasta 30, 50 y 60 miligramos por mililitro, y son considerados como una puerta de entrada a la adicción a la nicotina.
Pese a su prohibición en México, tanto para su importación como exportación, estudios recientes del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) revelan que 51 por ciento de los adolescentes mexicanos conoce los SEAN; 20 por ciento creen que son menos dañinos que el tabaco convencional y al menos 10 por ciento lo han probado, 4 por ciento de forma exclusiva.
El informe Evidencia actualizada sobre vapeo: un reporte del repositorio SEAN
, coordinado por Inti Barrientos Gutiérrez, investigador del INSP, destaca que en el caso de adolescentes y jóvenes el uso de los SEAN puede generar graves efectos en su salud debido, entre otros factores, a que la nicotina es especialmente adictiva antes de los 21 años.
También existe una facilidad de consumo con equipos electrónicos cada vez más sofisticados; puede ocultarse su uso, es de fácil acceso y ofrece miles de sabores y colores atractivos para niños y adolescentes, pues se estima que 70 por ciento de los adolescentes que vapean prefieren líquidos con sabores dulces.
Pedro tiene 18 años y usó por primera un vapeador a los 15, cuando ingresó al bachillerato. Hoy es un consumidor dual (vapeo/cigarro convencional). Supo de los SEAN “cuando algunos compas me lo ofrecieron. Me dicen: ‘Esto es un cigarro electrónico, es de sabores más ligeros’. Lo probé y sí, sabe muy rico. Recuerdo la primera experiencia y es vapor con sabor; claro, tiene nicotina, es muy adictivo”.
Adquirir un vape
no es problema, afirma. “Se puede buscar con un díler en redes sociales, en Facebook o Instagram, pones la palabra vape y te lleva a gente que lo vende cerca de tu zona. Lo contactas y te hacen el envío. Además, hay máquinas expendedoras en algunos puntos de la ciudad y locales. Incluso, fui a un restaurante que tenía vape incluido en la carta”. Los vape
, agrega, se han convertido en un muy buen negocio si quieres hacer dinero, porque los compras al mayoreo, los venden en redes sociales y sí le ganas bastante
, aunque advierte, también hay mucha piratería
.
La oferta, asegura, es enorme. Hay vapeadores de 500, mil, mil 500 y 3 mil fumadas, aunque señala que “el problema es su precio, pues un “vapeador para 3 mil fumadas puede costar más de 800 pesos, y de 500 –que te lo acabas en un día– son 250 pesos”.
El informe destaca que los líquidos de vapeo contienen acetaldehído, formaldehído (compuestos clasificados como carcinógenos), glicerina, propilenglicol y etanol. Además, los aerosoles producidos por los dispositivos de vapeo tienen altas concentraciones de plata, hierro, níquel, aluminio y silicio, así como nanopartículas de estaño, cromo y níquel
.
Agrega que se debe considerar que las variaciones de voltaje asociadas con los vapeadores pueden resultar en una degradación excesiva de propilenglicol y formaldehído, lo que sugiere una exposición a metales de cinco a 15 veces más alta derivada de estos dispositivos, en comparación con los cigarros combustibles
.
Pese a los riesgos que implica su uso para la salud, afirma Pedro, no conozco a una sola persona que vapee y que no sepa que es súperdañino. Es una plática frecuente en fiestas y reuniones con amigos. Sabemos que hace más daño que el cigarro convencional, que es una porquería, pero es delicioso, súperadictivo, además de ser un producto súperllamativo
.