Lunes 18 de octubre de 2021, p. 10
La pareja afgana a la que el Instituto Nacional de Migración (INM) negó la entrada al país hace unos días y la deportó con rumbo a Irán, finalmente logró llegar a México bajo condición de protección humanitaria
.
Su angustiosa travesía concluyó ayer, al cruzar la puerta de la Sala E de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), donde ya los esperaban sus amigos mexicanos –a quienes conocieron hace tres años en China–, con quienes se fundieron en un prolongado abrazo.
Entre lágrimas, los jóvenes no dejaban de agradecer los esfuerzos de sus amigos y del Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi), organización que visibilizó el caso e hizo lo pertinente para que la autoridad mexicana diera un viraje y aceptara brindar protección humanitaria a la pareja.
Venimos a México para protegernos, para mantenernos a salvo
, declaró él, tomando la mano de su compañera, quien tiene siete meses de embarazo. Pidieron mantenerse en el anonimato por seguridad.
La llegada del Talibán al poder en Afganistán –en agosto– los orilló a huir ante los riesgos para su integridad. Ella trabaja en medios de comunicación y él es profesor, por lo que eran perseguidos del nuevo régimen. En cuatro maletas empacaron su vida y dejaron todo atrás.
Llegaron a Turquía, desde donde la semana pasada volaron hacia la Ciudad de México. Aterrizaron el 13 de septiembre, pero fueron detenidos en el filtro migratorio.
Estuvieron retenidos e incomunicados en el AICM por casi 28 horas en espacios separados, dijeron, hasta que los subieron a un avión de Turkish Airlines de regreso a Estambul, cuyo destino final era Irán. El INM argumentó que la pareja incurrió en inconsistencias
al no acreditar los motivos de su viaje.
“Las autoridades nos dijeron que no teníamos visas humanitarias, por lo que teníamos que regresar a nuestro país. Les dije: ‘Ok, si mi visa es de turista, déjame estar en México como turista, puedo procesar mi visa humanitaria aquí. No podemos volver a Afganistán, todo mundo sabe que está bajo control del Talibán. Como ser humano sabes mi situación; por favor, déjame entrar para protegerme’. Pero me dijeron que no”, señaló el joven.
Retenidos, se las arreglaron para comunicarse con sus amigos mexicanos, quienes buscaron opciones hasta que los conectaron con el Imumi.
La intervención de esa ONG fue fundamental y con la combinación de factores, se consiguió que la cancillería les otorgara protección humanitaria y se permitiera ingresar al país. El sábado volaron de Estambul a esta capital.