Viernes 15 de octubre de 2021, p. 27
El Banco de México (BdeM) observa un panorama con mayor inflación, pues la mayoría de los miembros de su junta de gobierno coincidió en que existe un balance de riesgos que en el horizonte empuja al alza el pronóstico, por lo que anticipan que en los siguientes meses continuarán las presiones en los precios de los bienes y servicios.
Al dar a conocer las minutas de su más reciente decisión de política monetaria en la que subió su tasa de referencia un cuarto de punto para ubicarla en 4.75 por ciento, el banco central destacó como el mayor riesgo para la inflación local a las presiones externas, así como a los cuellos de botella en las cadenas de distribución y los energéticos.
Algunos integrantes de la junta (las minutas no identifican por nombre los comentarios de cada uno) agregaron presiones de costos y una depreciación cambiaria.
Uno añadió el riesgo de una alta persistencia en la inflación subyacente y aumentos de los precios agropecuarios. Otro notó que se espera que se registren mayores presiones inflacionarias a medida que avance la reapertura tras la pandemia y se cierre la brecha del crecimiento económico.
Otro mencionó que, entre las economías emergentes, México tiene una de las mayores inflaciones general y subyacente con relación a la meta general, y que hay estimaciones que muestran que la dinámica inflacionaria reciente está siendo presionada por factores a corto plazo y de mayor persistencia.
La mayoría señaló que las expectativas de los indicadores general y subyacente para 2021 y 2022 volvieron a incrementarse.
Voto disidente
En la sesión del 29 de septiembre Alejandro Díaz de León, gobernador del BdeM, así como los subgobernadores Irene Espinosa, Galia Borja y Jonathan Heath votaron por incrementar la tasa, mientras Gerardo Esquivel lo hizo por mantenerla sin movimiento.
En su argumentación, Esquivel señala que aumentar la tasa de interés en esta coyuntura es inefectivo e ineficiente.
Dijo que es inefectivo porque no resuelve los factores que originan las presiones inflacionarias: aumento en precios internacionales de los insumos y disrupciones en las cadenas de suministro; ineficiente, porque podría afectar a la economía en varias dimensiones: consumo, inversión, crédito y finanzas públicas.
También dijo que aumentos continuos podrían interpretarse como señales de que la inflación tiene un carácter permanente.
Esto podría afectar las expectativas y al proceso de formación de precios. De hecho, del primer aumento a la fecha, las expectativas a corto plazo no han hecho más que aumentar, por lo que el objetivo no se ha alcanzado. Así, cabría preguntarse si no sería mejor una política comunicativa que explicara la naturaleza del choque inflacionario, en vez de responder mecánicamente con aumentos continuos de tasas.