Para encarar las crisis de desaparición de personas y forense, México necesita urgentemente un Banco Nacional de Datos Genéticos, como parte de un centro nacional de identificación, contar con mayores capacidades estatales de identificación e instrumentar un programa masivo en el país, reconoció el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas. No vamos a ocultar ninguno de los fenómenos que han agraviado durante décadas los derechos humanos, los encaramos con plena responsabilidad.

Ante especialistas forenses europeos anunció que el Instituto Nacional de Medicina Genómica desarrollará un proyecto que permitirá dotar de mayores capacidades técnicas para el reconocimiento de cuerpos. Se contará con el apoyo de instituciones de Alemania, Suiza y Austria, para tener insumos que permitan dar respuesta a la legítima demanda de los familiares de las víctimas.

Durante un foro sobre Identificación Humana, organizado por la Secretaría de Gobernación y el Programa de Fortalecimiento del Estado de la Agencia Alemana de Cooperación, el embajador de Alemania, Peter Tempel, enalteció los esfuerzos de las mujeres para localizar a sus familiares, ante las cifras terribles de personas sin identificar, más de 50 mil.

Ante tal dimensión, reconoció la actitud del gobierno mexicano para enfrentar el problema y ratificó la colaboración alemana. Nadie puede solo frente a un fenómeno tan desafiante.

La titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Karla Quintana, aceptó que para salir de esta coyuntura se debe asumir el fenómeno de forma integral: hay una crisis de desaparecidos, una crisis forense y una crisis de justicia. Si bien indicó que, acorde con los parámetros en Naciones Unidas, la prioridad es la búsqueda con vida, por la cantidad de cuerpos sin reconocimiento, se debe impulsar una identificación con enfoque masivo.

Para el responsable del Programa de Fortalecimiento del Estado de la Agencia Alemana de Cooperación, Maximilian Munck, la gran mayoría de los cuerpos sin identificar se encuentran en instancias estatales, ante la indiferencia del gobierno federal hasta 2019. Los cuerpos están bajo supervisión de las fiscalías estatales, por lo que un programa nacional de identificación sería un esquema de rendición de cuentas.

Al subrayar la prioridad de crear el centro nacional de identificación mediante reformas legales y dotarlo de capacidades para desplegar esfuerzos, porque no se trata de que a nivel federal se concentren los cuerpos, sino la información, consideró que en la actualidad la principal traba para avanzar han sido las fiscalías estatales, porque no está en el centro de sus preocupaciones la identificación humana; por ello, se requiere una reforma profunda para enfrentar la situación de derechos humanos en México.

Quintana sostuvo que en el debate para enfrentar la crisis, las fiscalías han creado un falso dilema aduciendo que el acceso a la información de los cuerpos perjudica las investigaciones. “Ellos ya han tenido acceso, se trata de sumar esfuerzos para la identificación humana (…) qué es lo que se está tratando de ocultar al no darnos acceso, Jojutla y Tetelcingo tienen la respuesta”.