Tlalnepantla, Méx., Autoridades de los tres niveles de gobierno acordaron aumentar de 126 a 136 la cifra de viviendas que deben ser evacuadas del perímetro del Cerro del Chiquihuite y solicitaron por tercera vez a los pobladores que abandonen la zona.

Sin embargo, 50 por ciento de las familias se resisten a dejar sus domicilios e incluso se esconden y observan a hurtadillas a los rescatistas que tocan a sus puertas, aseguró el alcalde Raciel Pérez Cruz.

En conferencia de prensa, el munícipe y el coordinador general de Protección Civil del estado de México, Samuel Gutiérrez Macías, reiteraron el llamado a vecinos de a que salgan de sus casas.

El edil comentó que las familias argumentan que no quieren dejar sus hogares por seguridad, pero afirmó que se han reforzado los filtros y se mantiene vigilancia de la Guardia Nacional, la policía estatal y la comisaría de Tlalnepantla.

Aún están abiertos cinco albergues para los desplazados, cuatro de ellos instalados por la alcaldía de Tlalnepantla y uno por el gobierno de la Ciudad de México.

Gutiérrez Macías informó que hasta este lunes se habían colocado 60 toneladas de arena en costales para mantener la estabilidad de las peñas circundantes, que pesan más de 200 toneladas, a fin de que equipos de rescate suban sin riesgo a la zona del derrumbe.

Detalló que equipos integrados por 10 elementos especializados de la Cruz Roja y de la Secretaría de la Defensa Nacional, así como uno de los 12 perros asignados al sector, ascienden al área afectada cada hora en busca de tres personas aún desaparecidas: Paola Campos Robles, de 22 años de edad, y sus hijos Mía Mairyn y Jorge Dilan Mendoza Campos, de tres y cinco años, respectivamente.

Samuel Gutiérrez mencionó que los vecinos han advertido que hay más grietas en la ladera del Chiquihuite; en respuesta, ingenieros examinan el precipicio con drones de la Secretaría de Seguridad estatal.

En su cuenta de Facebook, el ayuntamiento notificó que, de acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres, hay fracturas subverticales en el flanco oriental del Chiquihuite, que podrían poner en riesgo a los habitantes de ladera.

En tanto, vecinos rechazaron que su colonia sea irregular, pues hace más de 40 años, la Comisión Reguladora de la Tenencia de la Tierra les expidió escrituras.