payasadaa exclusión de autores críticos de feria de Madrid
Hubo más molestia entre los invitados porque los consideran neutros ante la represión del gobierno de Duque, sostuvo en charla con La Jornada
Sábado 11 de septiembre de 2021, p. 5
Madrid. La escritora colombiana Laura Restrepo calificó de payasada
y acto de mezquindad
la decisión del gobierno ultraconservador de Iván Duque de excluir de la lista de autores para representar a Colombia en la Feria del Libro de Madrid a figuras como Fernando Vallejo, Héctor Abad, Piedad Bonnett y a ella misma, entre otros. En entrevista con La Jornada, la autora de Delirio y Demasiados héroes explicó su postura ante un acto que ha provocado indignación.
Restrepo es una de las grandes voces de la literatura actual, admirada y traducida en buena parte del mundo. Es, también, una autora incómoda, que cuenta esa realidad tan doliente de su país natal, Colombia, con su violencia, sus desigualdades lacerantes, su corrupción.
–¿Cómo y cuándo se enteró de que su nombre había sido excluido por el gobierno de Colombia para asistir a la Feria del Libro de Madrid?
–La verdad es que no estaba pendiente de la feria allá en mi montaña, donde vivo. Participo en un portal colombiano, que se llama Los Danieles, y en uno de esos encuentros digitales me preguntaron si iba a ir. Les dije que no, que no me habían invitado. Y al resto tampoco. Así que nos pusimos a mirar la lista y los criterios por los que habían invitado, los cuales expuso el embajador de Colombia en España (Luis Guillermo Plata) en rueda de prensa.
“La verdad es que lo importante no es a quién invitaron o a quién dejaron de invitar. Eso es lo de menos; obviamente, nunca se puede invitar a todo el mundo. Lo fundamental ahí fueron los criterios que escogieron, que provocaron no sólo que se molestaran los no invitados, sino que se molestaran mucho más los que sí. Porque decir que van porque ‘son neutros’ o porque ‘no van a criticar’, ni a decir que hubo represión durante las manifestaciones pasadas es un insulto. De hecho varios de ellos, y sobre todo ellas, renunciaron a participar y dijeron que en esos términos no iban.
Lo fundamental de todo esto fue la reacción unificada de los escritores, tanto los invitados como los no invitados, en defensa de la libertad, de la autonomía de la literatura y del derecho a decir lo que te da la gana. También es un rechazo al abuso de poder que significa utilizar una feria del libro para hacer propaganda a un gobierno.
–Cuando escucha que se quiere lanzar un mensaje neutro
o que no se quiere politizar la feria, ¿a qué le suena?
–No suena a nada. Además de que no hay literatura neutra; eso es una mentira. Eso sería un desastre, y no sería literatura. Además, qué neutralidad va a haber, si el principal expositor en la feria llevado por Colombia es el propio presidente de la República que iba a presentar un libro. Entonces, ¿qué entienden por neutro? ¿Es neutral el propio presidente; es imparcial frente a su gobierno? Era una payasada en la que quedaron muy mal, sobre todo después de que se ha informado con tanto detalle en los medios de comunicación de la represión brutal que ha habido durante la oleada de manifestaciones de hace unos meses. Era como querer tapar el sol con un dedo.
Por eso es tan importante la respuesta de los escritores en solidaridad con las víctimas de la represión, en la que dijeron que no se iban a callar y que si salía el tema o si giraba alrededor de eso, se iba a decir. Me parece que en todo esto, la literatura mostró nervio, mostró músculo a la hora de responder a una mezquindad como esta.
Listas negras
–Hay autores que han visto en todo esto que existen listas negras de autores elaboradas por el propio gobierno. ¿Cree que esto es verosímil?
–Es evidente que se saltaron a un montón de gente. Obviamente, cuando se trata de representación de un gobierno, se tiene en cuenta la cantidad de traducciones que tiene el autor, si es publicado y leído en el país en el que celebra el encuentro. En este caso no se tuvo en cuenta. Y se ve con autores que tiene Colombia de primerísima línea, como Fernando Vallejo, que sé que adonde va arma un bochinche y dice cosas que suscitan reacciones. Pero precisamente de eso se trata la literatura. Es un campo de libertad y de búsqueda, y Fernando no sólo es un gran escritor colombiano, es un gran escritor contemporáneo, y que no lo inviten es inexplicable. O que sólo se explica porque alguien decidió que no fuera para que no armara bochinche.
–¿Es una forma de persecución?
–Mira, hoy se conoció la carta de Sergio Ramírez declarándose exiliado político porque levantaron cargos brutales contra él. Y en ese sentido diría que hay dos formas de hacer listas negras: una, brutal, que es con violencia, con la represión abierta, como le acaban de aplicar a Sergio Ramírez, y la otra, más amable, que es invitando selectivamente a quien no molesta.
–¿Qué cree que quiere ocultar el gobierno colombiano?
–Fue evidente el mensaje del embajador, que dijo que no quería que vinieran a convertir la feria en un debate político y que no vinieran a pintar al gobierno colombiano como represivo. Más claro no canta un gallo. En este tipo de actos culturales siempre hay manipulaciones políticas, no es algo raro, pero en este caso las omisiones fueron tan grandes que resultó muy evidente.
–¿Cree que con la llegada de Iván Duque se ha intensificado la represión, no sólo en las calles, sino también en el ámbito cultural?
–En este caso se hizo explícita la presión del gobierno de que no se hable, pero en realidad esto es colateral a lo que son los crímenes contra los campesinos, los dirigentes sindicales, el descontrol con el que operan los grupos armados, incluso los paramilitares, la acción policial... El asesinato político en Colombia hoy día es altísimo y está fuera del control, por eso no es raro que el gobierno intente controlar que no se hable de eso.
–¿El gobierno de Colombia le ha ofrecido una disculpa o le han explicado sus motivos?
–No, y en ningún caso tendrían que hacerlo. Es posible que les parezca que mi literatura no es buena, y tienen todo el derecho a pensarlo; a lo que no tienen derecho es a invitar a la gente con la condición de que no hablen de ciertos temas.
Ahora bien, quiero decir que hay muchas embajadas colombianas en el mundo que no hacen esto en ningún caso, que hacen invitaciones abiertas, y están muy bien. Yo creo que esto fue por tratarse de un encuentro especial en Madrid en el que venía el presidente del gobierno a lucirse, y no querían que le hicieran mal ambiente.