José Peláez, entrenador de natación paralímpica que cosechó seis medallas (dos de oro y cuatro de bronce) con cuatro deportistas, atribuyó los buenos resultados generales de la delegación mexicana a la entre-ga de los atletas para sobreponerse a la adversidad de la pandemia.

Fue una mezcla de factores, lo físico, lo acuático, las energías, los deseos de respetar a su país, de salir adelante aun con la dificultad de la pandemia. Muchos estábamos muy asustados, algunos con personas enfermas en la familia, pero los atletas se crecieron de una manera incalculable, y se dio un México muy competidor en Tokio, dijo en entrevista el técnico cubano, quien consideró que, contrario a lo que muchos piensan, el deporte adaptado recibe mucho apoyo del gobierno y en este ciclo surgió también de la iniciativa privada.

Recordó que desde iniciado el aislamiento general, en el deporte paralímpico se encontraron distintas maneras para entrenar, y en el caso de la natación, a falta de agua por el cierre de las albercas, se coordinaron en sesiones de zoom, y después se encontró mucha ayuda de los institutos del deporte en los estados, de albercas y clubes privados, y de la Alberca Olímpica en la Ciudad de México, para que los nadadores pudieran prepararse, en promedio los últimos seis meses previos a la justa de Tokio.

“Quedé asombrado viéndolos por zoom echándole tantas ganas con las ligas, con mancuernas, con su propio cuerpo, como pudieran, arriba de un sofá, en una silla haciendo triceps, en un tapete haciendo lagartijas, y ahí estuvieron cada clase.

Creo que se triplicaron los niveles de fuerza muscular y la elasticidad, que eso ayudó mucho. Hay que sacarle provecho a todo en la vida. Fue como una carta de juego de barajas que cambiamos por otra, y funcionó. Y cuando llegó el agua, los atletas se la querían comer. Llegaron con un deseo y unas ganas de triunfo, que se dio una productividad muy grande, anotó Peláez.

Las medallas de oro de los pupilos de Peláez las ganaron Arnulfo Castorena, en los 50 metros pecho SM2; Jesús Hernández, en 150 combinados SM3, y bron-ces de Fabiola Ramírez en 100 metros dorso, Nely Miranda en 50 pecho, y el mismo Jesús Hernández en los 50 pecho y 200 libres, estos tres en categorías SM4.

En los Juegos de Río 2016, Peláez había conducido a Nely Miranda a ganar el bronce en 50 metros libres, y un ciclo olímpico antes, en Londres 2012, a Gustavo Sánchez a colgarse dos oros, una plata y un bronce.

Reflexionó en que era impredecible si otros países se hubieran preparado más o menos, “nosotros apenas podíamos controlar lo nuestro. Se hablaba que todos estaban iguales, pero no, quien quita y hasta nosotros estábamos más aventajados que otros. No lo sabremos.

“Y la otra parte, ver qué tanto se recibe del gobierno. Soy de los que siempre he dicho que hemos recibido mucho. Sé que hay varias opiniones, yo creo que obtenemos mucho, porque los atletas tienen cada año su fogueo, su material deportivo, sus entrenadores.

No podemos enfermar a los atletas vinculando el deporte con lo político, sino decir, nosotros vamos a lo nuestro. La labor fundamental es entrenar, el físico y la mente, el resultado deportivo tiene que ser satisfactorio, con tres pesos más o tres pesos menos. Debemos aprender a separar, a no mezclar y saber qué es lo que tenemos. Si los demás países están organizados, pues nosotros también, que si van uniformados, pues nosotros también, que si le están echando muchas ganas, pues nosotros también.