l hacer un balance a la mitad del camino, la obra más significativa que ha realizado la administración de Andrés Manuel López Obrador es la campaña de vacunación contra el Covid-19. Paradójicamente, es la única que no aparecía en las 100 metas que trazó al comienzo. El combate a la corrupción ha sido firme y continuo, pero ha dado mayores resultados la Unidad de Inteligencia Financiera de Santiago Nieto que la atortugada Fiscalía General de la República, a cargo de Alejandro Gertz Manero. Los programas sociales de adultos y jóvenes han mantenido a flote a millones de personas en medio de la crisis económica. Las obras de infraestructura dejarán la huella de la administración, en especial el aeropuerto Felipe Ángeles y la refinería Dos Bocas. Asimismo, la obra legislativa marcará un antes y un después, con reformas como la incorporación al código penal del delito de corrupción, la reglamentación del outsourcing, la prohibición de perdonar impuestos que ha permitido al SAT una recaudación histórica. Todo es trascendente porque además se ha realizado sin endeudar al país.

Calamidad súbita

Sin embargo, la pandemia se adueñó de nuestra realidad como una tragedia nacional. El gobierno ha tenido que enfrentar desafíos que parecían insuperables. Un gasto extraordinario no incluido en el presupuesto, la escasez mundial de vacunas por el acaparamiento de los gobiernos de los países ricos, la sumisión de los laboratorios a los intereses de las metrópolis del poder económico y científico, el transporte desde los lugares del mundo donde se consiguieron –Rusia, China, Estados Unidos– y la distribución en la República Mexicana. Hay que mencionar que la vacunación ha tropezado con la resistencia de muchas personas que no quieren recibirla porque dudan hasta de que sea real el virus.

Es imposible mencionar los nombres de todas las personas que han hecho de la campaña de vacunación un memorable éxito, pero tanto mérito tienen los altos funcionarios como las enfermeras que ponen las inyecciones y los brigadistas. La gráfica que aparece en esta página es reveladora: México se encuentra entre los países que más vacunas han aplicado en el mundo –al nivel de Estados Unidos–. La gente que sobrevivió a la mayor calamidad que ha azotado a la humanidad en muchas décadas tendrá un buen recuerdo de Andrés Manuel.

La maquinación

No serán los ciudadanos los que decidan si el presidente López Obrador sigue en el gobierno por el tiempo que lo eligieron –hasta octubre de 2024– o lo tumban el año próximo. La decisión la tomarán los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) y los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación –llamémoslo TRELEF porque TEPJF es impronunciable–, a menos que los ciudadanos salgan a votar en contra de la revocación en número suficiente. Parece que la maquinación tiene una ruta bien definida:

1) El 20 de diciembre de 2019 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto sobre consulta popular y revocación de mandato, y entró en vigor el 29 de diciembre de ese año.

2) Conforme a ese decreto, el Congreso debió expedir la ley reglamentaria dentro de los 180 días siguientes a su publicación, plazo que concluyó el 17 de junio de 2020.

3) Mañosamente, los partidos de oposición se negaron a que la Comisión Permanente del Congreso convocara a un periodo de sesiones a las cámaras de senadores y diputados para que aprobaran la ley. Sabían que si no legislaban lo haría el Tribunal.

4) El Tribunal determinó que el INE podrá emitir, conforme a sus atribuciones constitucionales, los lineamientos para instrumentar el proceso de revocación de mandato. En otras palabras, puso en manos del Instituto la organización de la consulta, la formulación de la pregunta y el recuento de votos. Todo.

5) Hay dos obstáculos en los planes de los que quieren tumbar a López Obrador. 1) La solicitud para llevar a cabo la consulta debe llevar la firma de 3 millones de ciudadanos y 2) en caso de reunirse, será necesario que 40 por ciento del padrón electoral (37 millones de ciudadanos) vote por que AMLO deje el gobierno.

Twiteratti

Nos da gusto que Canadá ha decidido sumarse a la solicitud de consultas, que solicitamos el pasado 20 de agosto, en relación a la interpretación que EE. UU. hace sobre las Reglas de Origen del sector automotriz contenidas en el #TMEC.

Escribe Tatiana Clouthier

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