Joséphine Baker, en El Panteón
ue primero una de las iglesias más espectaculares de Europa, construida entre 1764 y 1790 en una montaña desde la cual se podía ver París. Por pocos años, recinto de los revolucionarios de 1789, y, otra vez, templo. Finalmente, se convirtió en El Panteón, donde reposan algunas de las figuras más ilustres de Francia.
Son 72. Entre ellos, Voltaire y Rosseau, Alejandro Dumas y Victor Hugo, Émile Zola, el político y pacifista Jean Jaures, el líder de la resistencia contra la ocupación nazi Jean Moulin y Louis Braille. Apenas cinco mujeres: la científica y Nobel Marie Curie; las figuras de la resistencia antinazi Germaine Tillion y Geneviève de Gaulle-Anthonioz; la científica Sophie Berthelot, que yace junto a los restos de su marido, el químico Marcellin Berthelot, y Simon Veil, sobreviviente del Holocausto, que como ministra de Salud, logró en 1975 la despenalización del aborto.
El próximo 30 de noviembre también estará simbólicamente Joséphine Baker. Nació en 1906, en St. Louis, Misuri, en medio de una gran pobreza. Hija de una lavandera y abandonada por su padre, a los 12 años dejó la escuela para trabajar de empleada doméstica, niñera y mesera. A los 16 se convirtió en bailarina en Nueva York, y destacó en Broadway y Harlem. En 1925 se trasladó a París como corista de La Revue Nègre, donde brilló su Danse Sauvage, vestida apenas con un cinturón hecho con plátanos. Pronto sería la estrella más aclamada, la primera mujer negra en triunfar en la capital cultural del mundo. Admirada y amiga de Langston Hughes, Ernest Hemingway, Scott Fitzgerald, Pablo Picasso, Le Courbusier y Georges Simenon. Inspiración de dibujantes y diseñadores.
Cuando en 1936 regresó a Estados Unidos, sufrió el desprecio de los blancos, la prensa, el mundo del espectáculo y los hoteles exclusivos. Se regresó a Francia, donde fue parte activa de la resistencia contra el nazismo. En los años 50 volvió a Estados Unidos a luchar junto a Martin Luther King contra la discriminación racial. Multicondecorada por su trabajo en pro de los derechos humanos, predicó con el ejemplo: junto con su marido, Jo Bouillon, adoptó huérfanos de distintos países.
La legendaria bailarina, cantante y actriz, La Venus de Bronce, La Perla Negra, se presentó con éxito en México en 1947. Murió en 1975 y más de 20 mil personas acompañaron su funeral. Francia se honra al tenerla en El Panteón.