Jueves 26 de agosto de 2021, p. 4
Paisajes eléctricos es una obra de teatro de ciencia ficción, en torno a un hombre y una mujer cuyo deseo es viajar a la Tierra, a ese lugar en el que nunca han estado, pero con el cual sueñan desde pequeños. Su vida ha transcurrido en el espacio, por lo que anhelan conocer el planeta azul donde, les han contado, hay paisajes deslumbrantes, una naturaleza real, animales vivos y aire para respirar.
Escrita por la dramaturga Penélope Alfeirán y el dramaturgo Gibrán Portela, se trata de una historia que se propone hacer un paralelismo con nuestra actual realidad en el confinamiento, en la que los personajes viven añorando el momento en el que todo vuelva a ser como antes, explicó Sixto Castro Santillán, en entrevista.
La historia se desarrolla en algún lugar en medio de las estrellas, donde los personajes, en una especie de cautiverio, viven una rutinaria cotidianidad organizada por La Máquina, una forma de inteligencia artificial que controla sus vidas, mientras ellos esperan la oportunidad de regresar a la Tierra, la cual fue abandonada muchas generaciones atrás. Los humanos deben apuntarse en largas listas de espera. Y es la esperanza la que los mantiene vivos, comentó Castro.
De manera individual y como humanidad en la vida real estamos pasando por una etapa muy dura de transición, de fracturas y pérdidas. Hay cierta incertidumbre y esperanza, desde la intimidad de la cuarentena, de lo que nos espera, explicó el crea-dor escénico.
Desde la ciencia ficción, con una visión distópica y un poco apocalíptica, pero con un tono muy poético, la obra plantea qué pasaría con la humanidad si el mundo se acabara, ¿a dónde iríamos? Los dramaturgos proponen un mundo sin mañana, pero sin que se pierda la esperanza y donde son las máquinas las que prevén la aniquilación humana
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Con las actuaciones de Tania Noriega y Eduardo Córdova, y la voz en off de Mariana Jiménez, Paisajes eléctricos se escenifica los viernes a las 20 horas en el foro La Gruta, del Centro Cultural Helénico, con entrada limitada a 50 personas.
La pieza invita a reflexionar sobre los deseos de transformación personal y los sueños por alcanzar una vida diferente.