El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó que productores y empresarios en La Laguna (en los estados de Coahuila y Durango) busquen ampararse contra la construcción de un acueducto que lleve agua sana a la región. Por tanto, no descartó la intromisión de intereses politiqueros de los grupos que dominan la zona. Ahí están los Moreiras, expresó ayer ante la prensa.

Por ello reiteró que busca la manera de convertir el tema en asunto de Estado y de derechos humanos, a la vez de seguir en una mesa de diálogo para llegar a un acuerdo que signifique solución ante la extracción de pozos profundos que resulta en agua con altos niveles de arsénico.

En la reunión a principios de agosto pidió el apoyo de los pobladores, aunque sospecha estar frente a grupos de intereses creados que no quieren que se haga nada, como lo hizo Claudio X. González y todos los conservadores para que no se hiciera el nuevo aeropuerto. “Estos que estamos enfrentando son ‘cosita’”, advirtió.

Por tanto, el mandatario sigue analizando la manera de utilizar un mecanismo para justificar que se trata de un derecho humano fundamental y que hay una razón de Estado, es algo que tiene que ver con la salud, para ver si de esa forma podemos hacer esa obra sin que la detengan, porque si la iniciamos y la detienen, no la vamos a terminar y vamos a desperdiciar el presupuesto.

Y tengo que cuidar todo el proceso –advirtió– porque ahí están los Moreiras, que son muy dados a tirar la piedra y esconder la mano, a decir una cosa y hacer otra.

Así que confió en un apoyo sincero de los involucrados, hasta de ellos, porque es un tema en el cual los agricultores no serán perjudicados.