Las organizaciones campesinas de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), nos hemos propuesto desde hace 25 años, participar en una transformación profunda y radical en la agricultura, como la única vía para eliminar los graves problemas multidimensionales provocados por el modelo agroindustrial de la Revolución Verde.
Construimos el modelo de Agricultura Campesina de Conocimientos Integrados / Manejo Integrado de Cultivos Inducidos (ACCI-MICI) como una alternativa para una agricultura sustentable a partir de la diversidad, experimentación, compromiso y conjunción de capacidades de productores, dirigentes, equipos técnicos y científicos comprometidos con el sector.
El modelo ACCI-MICI, es un modelo dinámico que contribuye a la práctica de una agricultura rentable, sostenible y resiliente, orientado a recuperar y mejorar la salud de la sociedad (consumidores, agricultores, jornaleros) y de los recursos naturales del planeta. Así mismo que las y los campesinos recuperen socialmente el control de su proceso productivo y sean protagonistas principales de la producción de alimentos, liberándose del papel de consumidores de agroquímicos.
Además de las capacidades organizativas autogestivas, el modelo se alimenta de las ciencias agronómicas y de la agroecología. Su fundamento radica en el conocimiento integral y sistémico del cultivo para la toma de decisiones en el corto y mediano plazo, que garantice un proceso productivo rentable, con costos bajos y con autoproducción de insumos orgánicos. Reconoce al suelo como un sistema vivo y complejo incidiendo en la recuperación de su fertilidad.
Hemos adquirido capacidades y habilidades para la conceptualización de la integralidad del manejo de los cultivos (cambio paradigmático) y de la biodiversidad; logrando mayores rendimientos de un ciclo a otro en cantidades significativas; con el apoyo de la instalación de biofábricas campesinas para la producción de insumos biológicos e incidiendo en la recuperación y reproducción de semillas nativas.
El método requiere un conocimiento creciente, profundo e integrado de diversas disciplinas (fisiología, nutrición, fenología, microbiología, meteorología, sociología, etc.), sin embargo, es altamente comprensible y susceptible de adoptar, para todo aquel campesino, estudiante, profesionista, etc., que esté relacionado directamente con la agricultura, por su compresión, su aplicación y comprobación práctica inmediata.
La asistencia técnica es un aspecto fundamental para la ANEC, modificando el concepto tradicional de extensionismo, hasta sustituirlo por un modelo de “facilitadores” al servicio de la organización, capaces de atender las necesidades de las y los campesinos, de las comunidades y de los territorios rurales.
En términos de políticas públicas y en el contexto de la cuarta transformación, los cambios son estructurales e importantes en cuanto a sistemas alimentarios se refiere (Ley de Protección de Maíces Nativos, Decreto para la prohibición del glifosato, etiquetado frontal, entre otros), aunque todavía insuficientes, pues carecen de integralidad para responder a las necesidades de la cadena agroalimentaria, y de la soberanía alimentaria.
Entre otros programas prioritarios, la Estrategia de Asistencia Técnica (EAT) del Programa de Producción para el Bienestar, es un paso importante para lograr la erradicación de los modelos agroempresariales y para impulsar la agroecología. Su estrategia principal radica en la asistencia técnica y en escuelas de campo de demostración de prácticas agroecológicas, que coinciden en muchos aspectos con la experiencia de ANEC en torno al ACCI-MICI. Esto es alentador, en términos de su contribución al mejoramiento de vida de los y las campesinas, del medio ambiente y, por ende, del futuro de la humanidad.
Desde nuestra visión, toca profundizar e impulsar un proceso de evolución de la EAT, consolidando un equipo de técnicos de campo / facilitadores, mediante modelos didácticos transformadores y participativos, donde desarrollen capacidades para incorporarse a los procesos comunitarios, con una visión sistémica y agroecológica, con metas de largo plazo, en cada parcela escuela y a nivel territorial de los ejidos y comunidades y de las organizaciones locales, reduciendo los informes institucionales y fomentando los informes comunitarios.
La autoproducción de insumos, debe ser una herramienta esencial y estratégica para cambiar la cara de la agricultura en México y la integralidad de los ecosistemas, donde se favorezcan acciones grupales, abasteciendo la necesidad de insumos orgánicos en volúmenes suficientes, de calidad, diversos y adecuados.
Tenemos una oportunidad invaluable para transformar y cambiar el rumbo de nuestro país.•