Ginebra. La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió ayer a la opinión pública que presione a los políticos y a los magnates empresariales para que consideren la cobertura en vacunas de los países pobres como una inversión electoral y financiera, al calificar de vergonzosa la desigualdad en el acceso a las vacunas.

El portavoz de la OMS para el acceso a las herramientas de lucha contra la pandemia, Bruce Aylward, aseveró que el mundo debería estar indignado ante esta situación.

Seguramente hay unas 20 personas en el mundo cruciales para resolver este problema de equidad, afirmó. Todo esto lo lideran las grandes compañías que se encargan de esto, los países que contratan el mayor número de vacunas o los países que las producen, aseguró.

La agencia de salud de la Organización de Naciones Unidas aumentó su nivel de indignación ante el acaparamiento que los países ricos hacen del suministro de vacunas en detrimento de los países más pobres.

“Necesitamos que esas 20 personas digan: ‘Vamos a solucionar este problema para finales de septiembre. Vamos a asegurarnos que 10 por ciento de la población de cada país... sea vacunada’”.

Cerca de 4 mil 500 millones de dosis fueron ya administradas en todo el mundo según un conteo de la agencia Afp.

En los países con ingresos altos, según la tipología del Banco Mundial, se inyectaron 104 dosis por cada 100 personas. En los 29 países con menos ingresos del mundo, sólo se inyectaron dos dosis por cada 100 personas.

Deberíamos estar indignados con nosotros mismos, afirmó Aylward. No puedo evitar de cuestionarme que, si hubiéramos intentado retener las vacunas en ciertas partes del mundo, ¿podríamos haberlo hecho peor de lo que lo hemos hecho ya?, puntualizó. Necesitamos 20 personas que lideren el esfuerzo mundial para cambiar esta lamentable situación en la que estamos.

La OMS desea que cada país tenga la posibilidad de inmunizar mínimo a 10 por ciento de su población para finales de septiembre, al menos 40 por ciento al terminar el año y 70 por ciento hacia mediados de 2022.

En el mismo sentido, el jefe de vacunas de Oxford, Andrew Pollard, señaló que no se necesitan inyecciones de refuerzo y que las dosis deberían ser entregadas a otros países.

Pollard aseguró que la decisión de reforzar el antígeno debe basarse en estudios científicos y hasta ahora no hay evidencias de un aumento de enfermedades graves o muertes entre los que han completado la inmunización.

El rápido aumento de casos de Covid-19 a lo largo y ancho de Estados Unidos ha causado escasez de personal de enfermería y de otras áreas de primera línea en zonas de alto contagio, donde ya no pueden mantener el ritmo de la avalancha de pacientes no vacunados y están perdiendo trabajadores por agotamiento y por lucrativos trabajos temporales en otras regiones.

En los estados de Florida, Arkansas y Luisiana hay más personas hospitalizadas con Covid-19 que en cualquier otro momento de la pandemia y el personal de enfermería está abrumado.

La pandemia ha dejado 203 millones 815 mil 431 casos confirmados y 4 millones 310 mil 623 fallecidos en el mundo, de acuerdo con la Universidad de Johns Hopkins.