La atención del Covid-19 en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) no termina con el alta hospitalaria. Dado que son pacientes graves y complicados, se canalizan a la Clínica de Seguimiento post-Covid, se van a casa con un plan de citas con las diferentes especialidades, indicó Jorge Salas Hernández, director general del instituto, quien informó que, en 18 meses de pandemia, el INER ha atendido (internadas) a 3 mil 500 personas contagiadas con el Sars-CoV-2, de las cuales 33 por ciento fallecieron.

En el contexto del tercer repunte de contagios en el país, comentó que el INER tiene 150 de 160 camas ocupadas y 70 por ciento de los pacientes están con formas avanzadas de atención: intubados y con ventilador mecánico colocado.

Sobre la clínica de seguimiento de pacientes, explicó a La Jornada que en ella se da atención personalizada, de acuerdo a las secuelas y discapacidades derivadas de la enfermedad.

Los pacientes se van con un plan de citas, y en el caso de no poder acudir al instituto, se implementó un programa de teleconsulta, principalmente en el caso de la atención de neumología, pero en general, debido a que los daños son diversos, un equipo interdisciplinario los trata. Intervienen neumólogos, nefrólogos, nutricionistas, otorrinolaringólogos y cardiólogos, entre otros. La mayoría de quienes pueden desplazarse al INER para terapia post-Covid vienen con el especialista al programa de rehabilitación pulmonar.

En el instituto, los pacientes Covid-19 atendidos permanecieron en promedio 20 días internados, pero ha habido pacientes con dos meses de estancia, pues los casos que se ven en esa institución son los más graves, con el ataque del virus en su fase más complicada, con neumonía e insuficiencia respiratoria.

Las afectaciones son variadas, por ejemplo: “estar tanto tiempo inmovilizado diezma la fuerza muscular y cuando ya están conscientes les cuesta mantenerse en pie y caminar, bajan de peso, tiene secuelas pulmonares, en riñón, corazón, neurológicas y, algunos, problemas de salud mental.

Durante la pandemia, la demanda de atención en el hospital ha sido elevada, por ser una instancia de alta especialidad y dedicada al campo de los padecimientos respiratorios, pero cuando ha habido picos, el número de casos sube y debemos hacer la selección con base en criterios clínicos y mediciones de cuáles son los enfermos más graves, y a ellos son los que internamos.

A razón de lo anterior, la constante de pacientes graves siempre se ha mantenido en un número alto, en promedio 120, la cifra más baja que tuvimos, hace un par de meses, fue de 100 hospitalizados.

Añadió que la intubación prolongada, aunque salva vidas, genera secuelas fisiológicas y hay que atenderlas en la clínica.