Jerusalén. La fuerza aérea israelí reivindicó ayer sus primeros ataques aéreos en 15 años contra Líbano, y afirmó que sus objetivos fueron posiciones desde las que se lanzaron cohetes hacia el norte de Israel.

Aviones de combate del ejército tomaron como blanco puntos de lanzamiento e infraestructuras terroristas en Líbano, escribió el ejército israelí en un breve comunicado en el que no menciona a Hezbolá, movimiento armado libanés muy influyente en el sur de este país.

La aviación israelí bombardea de manera regular presuntas posiciones del movimiento islamita palestino Hamas en la franja de Gaza y también lleva adelante operaciones en la vecina Siria, donde ataca objetivos de elementos proiraníes.

Pero sus últimos ataques aéreos conocidos en Líbano se remontaban a 2014, confirmó el ejército israelí, y se produjeron a raíz de un intercambio de disparos cerca de la frontera con Siria.

La última vez que Israel atacó el bastión de Hezbolá en el sur del Líbano fue en 2006.

El presidente libanés, Michel Aoun, dijo que el uso por Israel de su fuerza aérea para atacar aldeas libanesas es el primero de ese tipo desde 2006, y sugiere una intención de intensificar los ataques contra su país.

Según la cadena libanesa de televisión Al-Manar, pro-Hezbolá, dos ataques aéreos israelíes alcanzaron el sector de Mahmudiya, a unos 10 kilómetros de la frontera entre los dos países.

Según ese mismo diario, estos ataques israelíes golpearon una zona deshabitada.

El miércoles, tres cohetes fueron lanzados desde el sur de Líbano: dos de ellos cayeron en territorio israelí y el tercero apenas cruzó la frontera.

No se reportaron heridos, pero cuatro personas en estado de shock fueron atendidas por Magen David Adom, el equivalente israelí de la Cruz Roja, indicó la organización.

Poco después de esos disparos, el ejército israelí efectuó tres series de ataques con artillería en dirección a Líbano.

El ministro israelí de Defensa, Benny Gantz, pidió que se envíe un firme mensaje a la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (Finul), desplegada en el sur del país en la frontera con Israel.

Presente en Líbano desde 1978, la Finul vigila desde 2006 la frontera israelí, en coordinación con el ejército libanés, y vela por la aplicación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), adoptada tras la guerra que enfrentó a Israel y Hezbolá.

El comandante de la misión de la ONU, general Stefano Del Col, celebró una reunión tripartita con los responsables militares de los dos países, en los locales de la Finul en Naqoura (sur del Líbano).

En este periodo de inestabilidad regional, las partes tienen que respetar más que nunca el papel de coordinación y de comunicación de la Finul, declaró Del Col.

Washington, por su parte, condenó los disparos de cohetes contra Israel. Condenamos los ataques de grupos armados radicados en Líbano. Destacamos que Israel tiene derecho a defenderse, sostuvo el portavoz de la diplomacia estadunidense, Ned Price.

Seguiremos vigilando la situación, añadió, tras subrayar el compromiso de la administración estadunidense con los funcionarios israelíes y libaneses para desbloquear la situación.

Esos intercambios de disparos coinciden con un recrudecimiento de las tensiones entre Israel e Irán (aliado de Hezbolá y enemigo declarado de Israel), a raíz de un ataque mortal contra el petrolero Mercer Street, barco gestionado por la compañía de un multimillonario israelí en el mar Arábigo.

Israel, apoyado por Estados Unidos y Reino Unido, acusó rápidamente a Irán de estar detrás de este incidente que dejó dos muertos, algo que Teherán ha negado.

Naftali Bennett, premier israelí, aseguró tener pruebas del papel de Irán en este asunto y prometió una respuesta. Sabemos cómo enviar un mensaje a Irán a nuestra manera, advirtió a principios de esta semana.