Martes 3 de agosto de 2021, p. 19
La opacidad que existe en el mercado de gas en México permite a los distribuidores incrementar los precios a las familias. Esto, aunado a los altos niveles de inflación, se combinó para que el gobierno haya tomado la decisión de poner un tope a los precios del energético por los siguientes seis meses, afirmaron especialistas.
En el mediano plazo, indicaron en entrevista, es de esperar que los precios del gas en el país puedan reducir poco más de 10 por ciento, respecto de su nivel actual. Sin embargo, las reducciones en los precios podrían provocar un desabasto de la molécula o una baja en las inversiones por parte de los distribuidores del energético.
El sábado, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) dio a conocer nuevos precios máximos del gas LP. Se trata de un listado en el que se toparon precios en 145 regiones del país.
Arturo Carranza, especialista del sector energético, mencionó que la decisión se da en un momento en que existe opacidad
sobre las fórmulas que utilizan los distribuidores del energético para vender el producto final a los consumidores.
Hay muy poca transparencia conforme a la publicación de los precios del gas LP, no hay certeza clara de cuánto cuesta importar el producto, trasladarlo, llevarlo a las estaciones de distribución y cuál es el costo de hacerlo
, precisó.
Asimismo, enfatizó el especialista, los altos niveles de inflación que se tienen en el país también influyen en la decisión tomada por la CRE.
En México, 80 por ciento de las familias utilizan este combustible, pero detrás de esto hay un esfuerzo del gobierno para que el incremento de los costos del gas LP no tenga un impacto en el comportamiento de la inflación como lo ha tenido al menos en el primer semestre de este año
, apuntó.
Por su parte, Adrián Calcáneo, director ejecutivo de Midstream y Líquidos para América Latina en IHS Markit, expuso que en el mediano plazo, la reducción en el precio del energético será poco superior a 10 por ciento, pero las empresas podrían detener sus inversiones y en los hogares se darían desabastos. Está reducción de precios va a salir de los bolsillos de los distribuidores que se puede traducir en menor inversión en infraestructura de sistemas de almacenamiento o hasta en reducción del alcance geográfico de sus ventas
, expresó.