Sábado 24 de julio de 2021, p. 5
Tokio. La uzbeka Oksana Chusovitina es un fenómeno de longevidad en un deporte a menudo dominado por adolescentes: con 46 años disputará a partir del domingo en Tokio sus octavos Juegos Olímpicos y mejorará su propio récord como la gimnasta de más edad de la historia en estos certámenes.
Chusovitina participó en sus primeros Juegos en 1992 en Barcelona, cinco años antes del nacimiento de la superestrella actual de la gimnasia, la estadunidense Simone Biles.
Me encanta la gimnasia. Me digo: ¿Por qué no entrenar y competir mientras todavía puedo?
, declaraba Oksana en 2020 para explicar su increíble longevidad: Si parara, creo que me arrepentiría mucho
.
Nació el 19 de junio de 1975 en Boukhara, empezó su trayectoria en la URSS, pero sus pri-meros Juegos tuvieron lugar bajo los colores del equipo unificado de las ex repúblicas soviéticas.
En Barcelona, ganó el oro en el concurso general por equipo, pero todavía tuvo que esperar 16 años para lograr una medalla olímpica individual, la plata en salto de caballo, su especialidad. Fue en 2008, en Pekín bajo la bandera de Alemania, donde se había instalado en 2002 para que su hijo Alisher fuese tratado de una leucemia.
Los Juegos de Tokio serán sus quintos con los colores de Uzbekistán, país de 33 millones de habitantes, donde su fama es tal que se editó un sello con su efigie.
En junio, en Doha, se subió al primer escalón del podio en una etapa de Copa del Mundo y sueña con dar una sorpresa en la justa japonesa. Tras los Juegos de Tokio, Chusovitina promete que parará, pero que seguirá ligada a su deporte ya que quiere abrir una academia de gimnasia en Taskent para ayudar a las jóvenes generaciones.