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Domingo 18 de julio de 2021, p. 21
Toluca, Méx., Entre gritos de: sí se pudo
, y aplausos, el profesor Manuel Germán Ramírez Valdovinos abandonó el penal de Almoloya de Juárez, donde permaneció encarcelado 21 años acusado de asesinar a un hombre quien, según las evidencias reunidas, se encuentra con vida.
El educador fue recibido por familiares, amigos y activistas la tarde del viernes. Vestido de guayabera blanca y pantalón beige, cruzó la puerta y reja verdes del reclusorio e inmediatamente fue abrazado por su esposa Itzel del Carmen Perea; lo esperaba también la senadora Nestora Salgado, quien improvisó:
“Después de años de lucha, hoy por fin logramos la liberación del señor Manuel Germán Valdovinos; 21 años de injusticia, 21 años de arbitrariedades, 21 años de estar preso injustamente.
“Hoy es libre, y demostramos que la voluntad política y la lucha constante por liberar a las personas injustamente privadas de su libertad es una realidad en nuestro país.
La noche del 26 de mayo de 2000, Ramírez Valdovinos tenía 21 años de edad y era maestro de música en una preparatoria de Texcoco, cuando fue detenido en su casa del municipio de Acolman por policías judiciales que irrumpieron en la fiesta de un año de su hijo y a jalones y golpes se lo llevaron.
Durante tres horas los policías lo torturaron para que confesara un homicidio. En una bodega lo colgaron de unas cadenas, lo golpearon y le dieron descargas eléctricas, luego lo metieron a una tinaja de agua helada para borrar las evidencias del tormento.
Antes de la medianoche fue presentado ante el Ministerio Público con una confesión hecha a mano por los propios judiciales y firmada por Manuel para evitar más tortura.
Lo acusaron de asesinato, pero la víctima está viva
Vecinos de Acolman señalaron que el hombre de 19 años, supuestamente asesinado por el músico, seguía vivo. Esporádicamente visitaba la casa de sus padres en Tepexpan, en Acolman.
Años después, allegados a la familia del fallecido comentaron a parientes del maestro que el joven que se hizo pasar como víctima vive en Estados Unidos y todo el asunto fue fraguado por el papá de este sujeto, pues había cometido fechorías y querían que lo dieran por muerto.
El padre habría pagado a los judiciales más de 150 mil pesos por atrapar al profesor y presentarlo como presunto culpable del supuesto homicidio de su hijo.
A través de recursos jurídicos, Manuel Germán logró en 2006 que el cadáver considerado prueba del crimen fuera exhumado.
Se comprobó que no era de las características del joven que presuntamente mató, ni por tamaño, ni complexión, ni con la forma del cráneo. Aun así fue sentenciado en 2003 a 41 años de prisión y pasó la mitad de su vida encarcelado.
Los magistrados del Poder Judicial consideraron que el hecho de que el cadáver no era el de la víctima no quiere decir que no haya cometido el delito y le advirtieron que hasta que no haya una prueba indubitable de que la persona presuntamente asesinada vive no podrá salir de prisión.
En abril pasado el diputado federal de Morena, César Carrizales, El Mijis, y el activista Bryan Carlos LeBarón entregaron un expediente detallado del caso Ramírez y una solicitud formal ante la Comisión Especial de Seguimiento a la Ley de Amnistía de la Legislatura estatal, que determinó dejar en libertad al sentenciado.