Jueves 1º de julio de 2021, p. 12
A escala mundial, el número de trabajadores migrantes se incrementó 3 por ciento, al pasar de 164 millones a 169 millones entre 2017 y 2019. Este sector –que carece de protección social– constituye 4.9 por ciento de la fuerza laboral en el planeta, convirtiéndolos en una parte integral de la economía mundial
, indica un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Si bien el grueso de los trabajadores migrantes son adultos (de 25 a 64 años), pues representan 86.5 por ciento, la proporción de los jóvenes (16-24 años) aumentó casi 2 puntos porcentuales –esto es, 3.2 millones en 2017– hasta alcanzar 16.8 millones en 2019. En cambio, la proporción de quienes tienen 65 años o más se redujo de 5.2 a 3.6 por ciento en ese periodo.
El documento Estimaciones mundiales sobre los trabajadores migrantes internacionales toma como referencia 2019, un año antes de la pandemia de Covid-19 pero, subraya la OIT, ofrece un punto de referencia para analizar los cambios provocados en trabajos futuros.
La fuerte representación de adultos en plena edad de trabajar, explica, se debe a la mayor capacidad de este grupo para emigrar a un país extranjero –en términos de medios económicos y de conexiones sociales– y a mayores posibles beneficios con respecto a los jóvenes migrantes con menos años de experiencia.
En tanto, el aumento de la migración juvenil podría deberse a las elevadas tasas de desempleo en el sector en los países en desarrollo y al aumento de su población.
Según los datos, la mayoría de los trabajadores migrantes son hombres (99 millones), mientras 70 millones son mujeres. Ellas enfrentan más obstáculos económicos y tienen mayor probabilidad de emigrar como familiares acompañantes por razones distintas a la de buscar trabajo.
Pueden sufrir discriminación por razones de género en el mercado de trabajo y carecer de conexiones sociales que les faciliten conciliar la vida laboral y familiar en un país extranjero
, lo que reduciría la representación de las mujeres en la migración laboral.
Por sectores, 66.2 por ciento de los migrantes labora en servicios, donde existe mayor presencia femenina; 26.7 por ciento en la industria y 7.1 por ciento en la agricultura, donde se encuentran más hombres.
El informe señala que es frecuente
que los trabajadores migrantes estén expuestos a mayor riesgo de inseguridad, despidos y deterioro de las condiciones de trabajo, toda vez que la mayoría de ellos ocupan puestos temporales, informales o no protegidos.
La pandemia ha revelado la precariedad de su situación. Los trabajadores migrantes, con frecuencia, son los primeros en ser despedidos, tienen dificultades para tener acceso al tratamiento y muchas veces están excluidos de las respuestas políticas nacionales al Covid-19
, declaró Manuela Tomei, directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT.
El organismo resaltó la importancia de las políticas de migración laboral, las cuales serán efectivas sólo si se basan en datos estadísticos confiables.