Viernes 25 de junio de 2021, p. 12
Debido a la pandemia de Covid-19, gran cantidad de personas dejaron de utilizar el transporte público colectivo (TPC) por temor a un contagio, lo cual no sólo ha puesto en una grave crisis económica a dicho sector, sino que ha obligado a los estratos sociales empobrecidos a gastar más en medios privados para trasladarse.
Así lo advirtieron los participantes en un foro virtual sobre el tema, y se señaló que la emergencia sanitaria aumentó en México el interés por adquirir vehículos particulares, sobre todo motocicletas, lo cual ha demostrado ser un elemento conflictivo en términos de movilidad y cuidado del medio ambiente en otros países de la región.
Adriana Lobo, directora ejecutiva en México y Colombia del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), enfatizó que en nuestro país, sólo 15 por ciento de los viajes son en auto privado, mientras más de la mitad de la población se traslada en TPC, que es una opción básica de movilidad para los hogares que tienen ingresos mensuales de menos de 7 mil pesos.
Sin embargo, las medidas de distanciamiento social, el trabajo y estudio a distancia y el miedo a contagiarse en dicho transporte provocaron que hubiera una baja de hasta 85 por ciento en el número de usuarios en cierto momento de la pandemia, lo cual generó pérdidas acumuladas de 19 mil 500 millones de pesos para el sector, al cierre de 2020.
Golpe a la manufactura
Un efecto más ha sido que la renovación del parque vehicular para pasajeros sufrió una caída general de 52 por ciento de enero a mayo de 2021, en comparación con el mismo periodo de 2019, lo cual pone en riesgo a la industria de manufactura de autobuses, que genera al menos 2 millones de empleos en México.
Alejandro López Franco, presidente de la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad, alertó que el sector del TPC genera 160 mil puestos de trabajo en el país, por lo que es urgente tomar medidas como crear incentivos fiscales para los dueños de las unidades y generar apoyos financieros para que esta actividad no resulte más dañada.
En el mismo sentido, Fernando Páez, director de movilidad urbana de WRI, señaló que los servicios de transporte deben primero sobrevivir
esta etapa de crisis, para después revivir
mediante incentivos y programas de ayuda, que los lleven a prosperar
con modelos de negocio sustentables.