Sábado 12 de junio de 2021, p. 9
La muerte de los 65 mineros de Pasta de Conchos –hace 15 años–, la de los siete trabajadores de Múzquiz, en Coahuila, –tras un derrumbe ocurrido el 4 de junio pasado–, y decenas de personas más que desde 2006 han perdido la vida
a consecuencia de las condiciones de trabajo minero, no son hechos fortuitos ni inevitables, sino resultado de la omisión de las autoridades y la ilegalidad de las operaciones de empresas carboníferas
, señalaron el colectivo Familia Pasta de Conchos y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez. Indicaron que, a lo largo de los años, han documentado y denunciado que el modelo minero de pocitos de carbón y minitas de arrastre se basa en condiciones peligrosas, insalubres e inhumanas para los empleados
.
Recordaron que en el litigio que llevan ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por el caso Pasta de Conchos, hemos hecho hincapié en la urgencia y prioridad de que se implementen medidas de no repetición y rescate
.
Las organizaciones lamentaron que estas ilegales condiciones del trabajo minero están generalizadas en la mayoría de las empresas asentadas en la zona, e incluyen la omisión casi total de medidas y equipo de seguridad, así como la falta de registro de todos los asalariados ante el IMSS, con lo cual, en caso de accidentes quedan sin cobertura
.
En un comunicado, resaltaron que los empresarios del ramo han logrado mantener su operación, burlando la ley y sin que sus contratos se vean afectados, al grado de que todo el carbón mineral obtenido de esta manera es comprado por la Comisión Federal de Electricidad
. Por lo anterior, insistieron en la urgencia de hacer obligatorias las medidas que eviten más muertes y accidentes, tales como la prohibición legal de las minitas de arrastre o cuevas, así como los pozos de carbón, además de la cancelación de los títulos mineros de todas las áreas explotadas.