l presidente Andrés Manuel López Obrador anunció ayer que propondrá como gobernador del Banco de México (BdeM) al actual titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera, quien será remplazado en su cargo por Rogelio Ramírez de la O. El mandatario afirmó que estos cambios –el primero de los cuales deberá ser ratificado por la Cámara de Senadores– tienen como propósito mantener la estabilidad y la política económica en lo que resta del sexenio, así como hacer una proyección multianual en la materia, especialmente del Presupuesto de Egresos de la Federación
, a fin de asegurar los recursos necesarios para continuar y ampliar los programas sociales impulsados por su administración. Por su parte, el nominado recordó que el periodo de Alejandro Díaz de León al frente del BdeM concluirá en diciembre, pero el anuncio de su remplazo se adelantó para dar tranquilidad a los mercados.
Lo primero que resalta en el paso de Herrera del gabinete federal al banco central es que su probable nombramiento se da en un contexto de estabilidad macroeconómica, en el que indicadores claves como la inflación, la paridad cambiaria, la disciplina fiscal o la deuda pública se han mantenido bajo control pese a los múltiples desafíos planteados a la economía nacional por la pandemia. El inapreciable rol de Herrera en la consecución de dicha estabilidad quedó plasmado en el reconocimiento a su labor por parte de un sector tan hostil a la Cuarta Transformación como las organizaciones patronales que ayer saludaron su postulación.
Herrera no sólo ha debido enfrentar los choques financieros causados por el Covid-19 y las medidas para contener su propagación, sino que ha demostrado poseer la capacidad y la voluntad para enderezar el diseño presupuestal heredado de los gobiernos neoliberales, el cual se orientaba a subsidiar a las grandes corporaciones, fomentar el desmantelamiento del Estado, permitir con largueza el derroche y conceder todo tipo de facilidades a la corrupción. Desde que remplazó a Carlos Urzúa en julio de 2019, el funcionario ha tenido el acierto de combinar el cuidado de los fundamentos macroeconómicos con la sensibilidad hacia el bienestar social de la que carecieron sus antecesores, más ocupados en observar los cánones del dogma neoliberal que en atender los estragos humanos causados por dicho modelo.
En cuanto al otro nombramiento anunciado ayer, Ramírez de la O posee una sólida formación y vasta experiencia como economista, y además goza de la confianza presidencial gracias a sus antecedentes como acompañante y asesor de los proyectos del mandatario. Por ello, cabe esperar que su presencia en Hacienda potenciará el trabajo de Herrera desde el Banco de México para dar continuidad a los esfuerzos transformadores en curso, mantener la estabilidad macroeconómica, así como abordar la urgente tarea de reactivar la economía y recuperar el crecimiento.