Sons of Kemet: virtuoso jazz libertario // José Manuel Aguilera
na de las figuras más importantes hoy día en Reino Unido es el clarinetista, saxofonista, productor y orquestador de proyectos, Shabaka Hutchings. Con 37 años, es un músico que desde sus diferentes bandas (Sons of Kemet, The Comet is Coming, Shabaka and the Ancestors, o como invitado de ese monstruo que es Mulatu Astatke (padre del Ethio-Jazz –jazz etíope–, de quien es heredero sónico), así como de Marshall Allen y su combo afrofuturista estadunidense Sun Ra Arkestra), está marcando la pauta de un sonido emancipado, inspirado en la música tradicional africana, cruzada en libre tránsito con la técnica del jazz, sin la pretensión elitista de este último, en furiosa vibra activista en contra del racismo.
Si bien entre círculos más cercanos al rock el proyecto que más ha hecho ruido es The Comet is Coming (afro-synth-jazz cósmico), la agrupación que más prestigio le ha dado es Sons of Kemet que, para celebrar sus 10 años de vida, edita el esplendente Black to the Future (Impulse!, 2021).
Formada en 2011, la banda ganó renombre en 2018 con su extraordinario tercer disco, Your Queen is a Reptile (mismo sello), al ser nominado al premio Mercury (el más importante en su país) como álbum del año. No ganó pero eso fue lo de menos: es sin duda un tesoro auditivo, que igual reúne elementos de jazz clásico en los metales, como rítmicas y cantos reggae-dub, afro-pop, con toques de danzas medio-orientales; mitad instrumental, mitad spoken-word con pizcas de fraseo rastafari. Una excitante mixtura.
Integrado también por los no menos relevantes Tom Skinner (percusionista que ha trabajado con el citado Astatke y con el productor de electrónica y música fílmica Matthew Herbert), Theon Cross en la tuba (quien da al grupo un sonido harto distintivo) y el baterista Edward Wakili-Hick, Sons of Kemet iguala en calidad a su exitoso disco previo, con diversos invitados, sobre todo en voces y letras.
De entrada, los tracks son una sola frase partida en 11 piezas; una sentencia que designa la narrativa del álbum; una arenga de orgullo ancestral: Field Negus, pick up your burning Cross, think of home, hustle for the culture, to never forget the source, in remembrance of those fallen; let the circle be unbroken, envision yourself levitating; throughout the madness, stay strong, Black
. Y es que el impulso principal para sacar a la luz este trabajo, fue el asesinato en Estados Unidos, a manos de la policía, de George Floyd, hecho que se volvió un hito mundial en contra de la opresión hacia los afrodescendientes.
Musicalmente, mientras en el disco previo los metales se sentían más asentados en la memoria reggae-dub jamaicano, en este cuarto plato, aunque tal fluir permanece, el acento afrobeat tiene más peso. Asimismo, el espíritu creativo del grupo sigue echando mano de elementos de jazz, dub, rap, funk, soul y hasta calypso y samba. El tema Field Negus (Negus es un nombramiento honorario etíope), sobre un sax tenor tocando post-bop, deja caer una arenga literaria y furiosa sobre el citado caso de Floyd, en voz del poeta Joshua Idehen. En Pick up your burning Cross destacan las voces de dos genias de la experimentación jazz/spoken-word: Angel Bat-Dawid y Moor Mother, donde aires afrobeat y latin funk golpean oídos. En Hustle, Kojey Radical y Lianne La Havas rapean y endulzan con soul respectivamente, sobre alocadas síncopas de alientos. En For the culture, D-Double-E, la tuba de Cross emite un ritmo gitano encima de un fuerte groove afrobeatero. En To never forget the source, un ritmo caribeño se enlaza con un jazz tipo banda antigua, fuerte en el ensamble de metales… Y así se sigue, de un género a otro, haciendo de tal entramado excitante al oído y al cerebro, un discurso que busca abrazar muchos de los sonidos y causas del orgullo negro, todo con ánimo celebratorio, que es concretado de forma impecable en el tema Black: ¡Este tributo negro es baile! ¡Esta lucha negra es baile! ¡Este dolor negro es baile!
.
En resumen, es un impetuoso e importante momento fonográfico y libertario, que reúne virtuosismo, furia y celebración, amén de que empata perfecto con los tiempos de lucha y cambio actuales.
Alex Kautz Trío. Blues + carne. Son + pulque.
Viernes 4. Blues y BBQ con Stormy Monday Blues Band (presencial). Restaurant Humo, al aire libre (Sor Juana Inés de la Cruz 26, Nueva Tlalnepantla), 19 horas, $150.
Sábado 5. Free jazz contemporáneo con el Alex Kautz Trio (presencial). Jazzatlán (Guanajuato 239, Roma). 21:30 horas, $200 (cupo limitado).
Domingo 6. El magnífico guitarrista mexicano José Manuel Aguilera, en concierto presencial (invitados: Yann Zaragoza y Abraham Méndez); además: convivencia, venta de mercancía y firma de autógrafos. Hilvana (Puente de Alvarado 17, Buenavista); 18 horas, $750 (cupo limitado).
Jueves 10. Son tradicional mexicano y pulque, todos los jueves. En vivo, el grupo Café Montuno. Pulquería Vacas Verdes (Eje Central 29, Centro). 17 horas, $30 (cupo limitado).
Twitter: patipenaloza