Con el retorno de los aficionados a los estadios también reapareció el grito homofóbico ¡eeeh, puto!, lo que demuestra que seguimos con las mismas mañas y la violencia desde lo verbal hasta lo físico, dijo Héctor Miguel Herrera, doctor en ciencias políticas y sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Los seres humanos somos complejos y no aprendemos. Regresan a los estadios sin sana distancia (contra el Covid-19), con actos de violencia y el grito homofóbico. Después de un año encerrados, la gente va a los partidos con mucha euforia, tiene ganas de liberarse, pero lo manifiesta de manera inadecuada, así persiste este problema, apuntó el también escritor del libro ¡Eeehhh puto!

Indicó que desafortunadamente los directivos han desaprovechado una buena oportunidad para hacer campañas educativas, ya que sólo se enfocan en detener el grito cuando afecta sus intereses económicos. Los llamados y sanciones son muy tímidos, no abordan lo educativo, únicamente les interesa cuidar sus finanzas. Mientras no los sancione la FIFA, la cual sólo ha hecho señalamientos en partidos de la selección, lo dejarán pasar.

El grito homofóbico reapareció en los duelos de la selección mexicana en el preolímpico de Guadalajara. Ahora también resurgió en la reapertura del estadio Azteca en el juego de Cruz Azul, al tiempo que se ha escuchado en otros recintos de la Liga Mx, donde sólo se pide a la afición evitar este alarido o el duelo será suspendido.

Las campañas de la Liga Mx no son permanentes ni educativas, mientras la gente olvida el problema de fondo y cómo escala la violencia desde lo verbal a lo físico.