Domingo 9 de mayo de 2021, p. 9
Guadalupe Cruz ha estado a cargo de su familia desde hace más deuna década; cuando se separó de su esposo y con dobles jornadas de trabajo, más las labores domésticas, trató de que no faltara nada en su casa, pero la pandemia de Covid-19 alteró todo su esfuerzo: perdió su empleo, vio a su hijo renunciar a sus estudios profesionales por falta de dinero y su hija estuvo a punto de morir.
En México, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 33 de cada 100 hogares las mujeres son reconocidas como jefas de familia, y, de acuerdo con especialistas, la crisis sanitaria ha traído para muchas de ellas, sobre todo a quienes son madres solteras, mayores dificultades económicas y un incremento en el trabajo de cuidados de familiares.
Desde que Guadalupe, de 56 años de edad, se separó de su esposo por la violencia física, económica y sicológica de la que era víctima, tuvo que dividirse entre la atención a sus tres hijos y el trabajo, una situación muy difícil cuando no tienes un apoyo
, comentó en entrevista.
A raíz de las condiciones en las que se encontraba, mencionó que sus hijos empezaron a tener problemas en sus estudios. Entonces, expresó, tuve que trabajar en lo que fuera, haciendo aseo en casas, lavando, planchando, en la maquila, lo que fuera, pero además estar más cerca de ellos
.
Con el paso del tiempo encontró una escuela particular donde, además de inscribir a sus hijos para que tuvieran una carrera profesional, obtuvo un empleo de secretaria. No obstante, cuando se suspendieron las clases presenciales por la pandemia de Covid-19 le notificaron que ya no la requerían, y esto se sumó al cierre del negocio de enchiladas para el que también laboraba.
No esperaba escenario más adverso
Se me cerraron todas las puertas nuevamente, mi hijo menor ya no terminó la licenciatura en sicología
. Aunado a ello, su hija tuvo una bebé en condiciones adversas de todo tipo. Fue el 11 de noviembre cuando, por los dolores que parecían más allá de la labor de parto, la madre de la embarazada buscó llevarla a una maternidad de urgencia, pero comenzó un peregrinaje de más de 10 horas para lograr ingresarla a un hospital. Ya se le había pasado el tiempo de gestación y me dijeron que no me aseguraban que sobrevivieran
. Finalmente, añadió, lograron salir
.
Denisse Vélez, de la organización Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia, y Patricia Rodríguez, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, coincidieron en que la pandemia ha afectado mayoritariamente a las mujeres en todo el mundo.
Esto parte también de la situación de cómo llegamos las mujeres a la pandemia, con los empleos más precarizados, en los sectores con mayor tasa de informalidad que además son los primeros que cierran
, mencionó Vélez.
Rodríguez destacó las dobles jornadas de trabajo que tienen las jefas de familia, pues las estadísticas advierten que dedican más tiempo al cuidado de familiares menores de edad o enfermos y labores domésticas.