n una primera ronda de acuerdos, Morena designó al diputado local Alfredo Ramírez Bedolla para ser candidato a gobernador de Michoacán. En la conferencia de prensa convocada para dar a conocer tal decisión, el dirigente partidista Mario Delgado no dijo nada respecto al caso Guerrero, aunque aseguró a los reporteros: los convocamos, más tarde, lo cual a la hora de cerrar esta columna no había sucedido.

Resulta irónico que Ramírez Bedolla sea propuesto para buscar el máximo cargo estatal cuando días atrás fue impedido por el propio Instituto Nacional Electoral (INE) de ser candidato a la presidencia municipal de la capital, Morelia. El 3 de marzo de este año, Ramírez Bedolla solicitó licencia como diputado local y compitió con Iván Pérez Negrón, diputado federal con licencia (impulsado por Mario Delgado), quien finalmente es el abanderado de Morena y el Partido del Trabajo por Morelia.

El INE, en su momento, señaló y decidió, por seis votos contra cinco: se confirma la sanción a Alfredo Ramírez Bedolla con la pérdida del registro para ser postulado como candidato a la presidencia municipal de la capital michoacana, por ser omiso en la presentación de su informe de precampaña y la falta se califica como de gravedad mayor a partir de que la Unidad Técnica de Fiscalización detectó diversos gastos de precampaña por un monto de 10 mil 560 pesos, además de que el partido Morena fue requerido a través del oficio de errores y omisiones y tampoco presentó el informe correspondiente.

Al menos en la inmediatez escénica, Morena parece mantener unidad ante los vaivenes de candidaturas. Morón Orozco pronunció ayer, con el dirigente nacional partidista a un lado, un discurso de plena adhesión a las decisiones tomadas, entre ellas la de nombrarlo delegado en funciones de presidente del comité estatal. Factores de influencia nacional sobre la política michoacana, como Leonel Godoy y Lázaro Cárdenas Batel, están conformes con las resoluciones tomadas.

Morón Orozco, por cierto, atajó oportunamente las versiones de que estaría impulsando a su hijo, homónimo, para ser el candidato de relevo. El michoacano mandó un mensaje que podría ser leído en Guerrero: Raúl Morón, mi hijo, no va a ser (el suplente de la candidatura); este no es un proyecto de familia. Es un proyecto que tiene otras dimensiones. Lanzar una candidatura familiar implicaría, dijo, una señal que no es correcta en el contexto de la lucha por la regeneración nacional.

En tanto, en Chilpancingo, Félix Salgado Macedonio mantenía un discurso en el que aseguró que él será gobernador de Guerrero. En un mitin en el que se dio por aceptada en lo práctico la resolución del tribunal electoral federal, aunque manteniendo una crítica dura y absoluta a sus términos y a los magistrados decisores, el autodenominado toro sin cerca advirtió que recurrirá a instancias internacionales para denunciar la violación de sus derechos electorales.

En dicha reunión se coreó el nombre de una de las hijas de Salgado Macedonio, Evelyn, como propuesta para relevar a su padre en la candidatura a gobernador. Ella había advertido días atrás en Twitter: “me llamo Evelyn Salgado Pineda, no Juanita. Aquí no hay plan B ni C. Apoyo a mi padre Félix Salgado Macedonio hasta el final, tope a donde tope. Mi padre es insustituible, es único. Un luchador social amado por su familia y su pueblo. ¡Hay toro!”.

Con la hija como candidata o sin ella, en el ambiente político guerrerense flota la especulación acerca de las vías que podría usar Salgado Macedonio para cumplir su vaticinio de que será gobernador de Guerrero. Claro que podría referirse a una elección dentro de seis años, pero las versiones apuntan al aprovechamiento de las leyes estatales que facultan a un secretario de gobierno (que, en esas especulaciones, sería el citado Félix), a relevar al gobernador o gobernadora en funciones (también se habla de Beatriz Mojica) en la eventualidad (o acuerdo al estilo Juanito, de Iztapalapa) de que pidiera licencia al cargo. ¡Hasta mañana!

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