La ruralidad y el derecho a no migrar
Mientras los encabezados mediáticos destacan cambios coyunturales de las tendencias migratorias, es relevante considerar también las tendencias de largo plazo. Es importante destacar que la migración rural de México a los Estados Unidos se desaceleró entre el 2000 y el 2010 –los últimos años con datos disponibles que permiten una comparación. En el transcurso de los años 90, durante los intensos debates sobre la entrada en vigor del tratado de libre comercio, muchos analistas vaticinaron que la población rural sufriría una reducción significativa debido a la caída inevitable del empleo agrícola. Sin embargo, la población rural se mantuvo estable a pesar de las predicciones.
Si bien el TLCAN aceleró la migración hacia Estados Unidos y la condujo a un pico máximo de 725,000 cruces anuales promedio en el año 2000, hacia el año 2009, esos flujos habían decrecido a un promedio de 140,000 cruces anuales y así se han mantenido al menos en la última década hasta antes de la pandemia.
LA POBLACIÓN DE LOS MUNICIPIOS RURALES EN MÉXICO: 10 ESTADOS PRINCIPALES (2010)
En un análisis reciente de la población rural que publicamos en febrero en la Revista de Estudios Campesinos (Journal of Peasant Studies), se demuestra que el porcentaje de la población nacional categorizada como rural disminuyó del 27% al 25% entre el 2000 y el 2010. Sin embargo, esta población aumentó en términos absolutos en el mismo período al pasar de 26.7 millones en el 2000 a 28.3 millones en el 2010 - a pesar de las pérdidas sostenidas en el empleo agrícola.
Según el censo del 2010, la población rural del país estaba geográficamente muy concentrada, con tres cuartas partes distribuida en tan solo 10 estados. Solo seis estados concentran más de la mitad (51.9%) del total de la población rural nacional: Veracruz, Chiapas, Estado de México, Oaxaca, Puebla, y Guanajuato.
Esta población rural es relativamente independiente de la migración internacional. La mayoría de la población rural mexicana vive en municipios que en el censo del 2010 no mostraban alta dependencia de la migración hacia los Estados Unidos: el 55% de la población rural nacional aún habita en lugares que registran niveles de intensidad migratoria baja o muy baja. Tan solo una cuarta parte de los municipios predominantemente rurales mostraron tasas de migración altas o muy altas en el censo del 2010. Al mismo tiempo, aumentó en 4% la proporción de la población que vive en municipios predominantemente rurales que utilizan frecuentemente la migración internacional como una fuente de empleo en comparación al censo del 2000.
Por último, es importante destacar la situación de la población indígena en el contexto de la migración internacional hacia los Estados Unidos. A nivel nacional, 10.7 millones de mexicanos vivían en hogares censales indígenas en 2010. Entre los 28.3 millones de residentes rurales, 6.6 millones (23.3%) vivían en hogares censales indígenas. Sin embargo, tres cuartas partes de la población indígena rural mexicana aún vive en municipios que no dependen de la migración internacional. La excepción es el estado de Oaxaca, donde la migración de la población indígena se ha incrementado en las últimas dos décadas. En resumen, la población indígena mexicana sigue siendo predominantemente rural, mientras que la población rural es significativamente más indígena que la población nacional en su conjunto.
DIEZ ESTADOS CON LA MAYOR POBLACIÓN ABSOLUTA EN MUNICIPIOS PREDOMINANTEMENTE RURALES 2000-2010
En el 2019, en una visita a Tijuana, el presidente López Obrador dijo que deseaba que “el mexicano pueda trabajar y ser feliz donde nació, donde están sus familiares, donde están sus costumbres, sus culturas; que la migración sea optativa, no obligatoria”. Si bien esta narrativa ha influido en el rumbo de la política agrícola y se ha dado un giro hacia una mayor proporción del gasto hacia productores campesinos menos favorecidos, la austeridad fiscal ha impedido avances de mayor escala en esta dirección. Aún no queda claro hasta qué punto los cambios en los programas y el gasto agrícola van a detonar la creación de empleos rurales que sostengan el arraigo.
Nuestro análisis del censo confirma que en la realidad, en el período post-TLCAN la mayoría de la población rural decidió permanecer en su lugar de origen antes de arriesgar la vida cruzando a los Estados Unidos. Al tomar la decisión de buscar empleo en México, estas comunidades han decido ejercer su derecho a no migrar. •