La pandemia vino a imponerse; muchas cuestiones invocan nuevamente a la dictadura
Jueves 8 de abril de 2021, p. 3
La escritora Diamela Eltit (Santiago de Chile, 1949) fue reconocida ayer con el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español 2020, uno de los galardones más importantes de la literatura iberoamericana, que otorgan la Secretaría de Cultura federal (SC) y la Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El jurado, integrado por los escritores Cristina Rivera Garza, Mario Bellatin, Adolfo Castañón, Angelina Muñiz-Huberman y Luisa Valenzuela (primera mujer en recibir esta distinción, en 2019), destacó su compromiso con la reinvención del lenguaje y la transgresión, sin perder de vista la dimensión ética y política.
Obtener este premio es demasiado estimulante para mí, aunque no se trata sólo de la distinción, sino de lo que representa México: mi casa, donde viví varios años; por lo tanto, el mérito cobra más profundidad, densidad y significado
, dijo la galardonada desde Chile, en entrevista telefónica con La Jornada.
“Es una buena noticia –añadió– sin olvidar el drama de la pandemia de Covid-19 que, en mi país, como en muchos otros, ha sido muy poderoso debido a su propagación masiva. Es terrible presenciar las consecuencias del virus: miles de personas hospitalizadas, fallecidas, en pleno sufrimiento. Es un ángulo que no puedo dejar de mirar.”
Perteneciente a la generación de escritoras chilenas que en la década de los ochenta generaron innovadores espacios de reflexión sobre temas como la sexualidad, las políticas de lo cotidiano y la identidad de género, la obra de Diamela Eltit aborda aspectos sociales, políticos y teóricos, con un carácter experimental en el que propone una ruptura entre el contenido y la forma.
La también novelista y ensayista considera que las letras no se deberían biologizar, por lo que recomienda erradicar la división arbitraria, negativa, discriminatoria entre hombres y mujeres.
Error, querer dividir la literatura genitalmente
“Por muchos años, la literatura quedó bajo el imperio de lo masculino. El rotundo error es querer dividir a la literatura genitalmente. Lo que importa (en esencia) es la escritura, cuyo aparato motor es lo social.
En ese sentido, convertirme en la segunda mujer en ganar el Premio Internacional Carlos Fuentes rompe un poco la monotonía prevaleciente y es indicio de una ma-yor democratización en las letras.
En un comunicado, la Secretaría de Cultura y la UNAM señalaron que para el jurado la obra de Eltit rompe las fronteras de género, tiempo y espacio, manteniendo una constante y vital vigencia
.
Sus novelas Lumpérica (1983), Por la patria (1986) y Vaca sagrada (1991) forman parte de un conjunto al cual se añade el notable texto El infarto del alma (1994), elaborado junto con la fotógrafa Paz Errázuriz, Los vigilantes (1995) y Los trabajadores de la muerte (1998), hacen de su quehacer literario un espacio clave para la nueva lectura y escritura a la que estuvo tan atento Carlos Fuentes
, subraya el acta del fallo.
Diamela Eltit, también Premio Iberoamericano de Letras José Donoso (2010), Premio Altazor (2014) y Premio Nacional de Literatura de Chile (2018), fue testigo de la dictatura militar impuesta por Augusto Pinochet entre 1973-1990, periodo tétrico y macabro en la historia de su país.
“Desaparecían millones de personas, otras eran torturadas, en fin, un exilio inconmensurable… Fue muy dramático, pero uno tiene que aprender a vivir bajo esas circunstancias. Vivíamos en el inxilio interior. Como curiosidad, mis dos primeras novelas tuvieron que pasar por una oficina de censura para poder llegar a librerías.
“En 2018, la sociedad neoliberal chilena, que generó una enorme desigualdad, explotó. El movimiento de rechazo a la institucionalidad y a las formas económicas vigentes tambaleó a todas las instituciones. El ejército enfrentaba acusaciones de corrupción, la Iglesia católica estaba muy deteriorada por casos de abusos de menores, y la policía dejó a muchas personas tuertas.
“Justo encima de ese contexto, la pandemia vino a imponerse, por lo que hay cuestiones que invocan nuevamente a la dictadura. Estamos en toque de queda. Difícil situación la que atraviesa Chile. Sin embargo, la literatura siempre arroja un nuevo destello.
Me enorgullece apreciar cómo circula la escritura por Latinoamérica. Cómo pensamos, repensamos y volvemos a pensar el español y me maravilla todo lo que uno puede hacer con esta lengua.
Instaurado en 2012 en memoria del autor de La región más transparente y La muerte de Artemio Cruz, el Premio Internacional Carlos Fuentes busca reconocer el trabajo de quienes, a través de sus letras, engrandecen la patria de la Ñ. A partir de 2019, se otorga cada año.
El premio consiste en una obra escultórica diseñada por el artista Vicente Rojo, un estímulo monetario de poco más de 2 millones de pesos (125 mil dólares) y un diploma. Para cuando las condiciones sanitarias lo permitan, se entregará del reconocimiento
, informó el titular de comunicación social de la SC, Antonio Martínez Velázquez.