a inteligencia de la mujer no se discute; su disposición a influir en la del hombre, sí, al comprobarse a lo largo de la historia que no le interesa limitar la capacidad del varón para hacer el ridículo a partir de la aturdida inteligencia de éste, de sus acciones, ambiciones y reacciones.

Si los restaurantes pueden funcionar con aforo limitado, si el Bosque de Chapultepec, el Zócalo, la Basílica de Guadalupe, zoológicos y museos son visitados de manera controlada; si centros comerciales, tiendas departamentales, teatros y cines han reabierto con aforos limitados. Bueno, si el paseo dominical en bicicleta por Paseo de la Reforma ya reinició, al igual que algunos estadios y arenas de box y lucha, así como hoteles, aeropuertos y terminales de autobuses dan servicio, pues ya es justo y necesario que lo taurino se reactive, sin pretextos, tanto en la capital como en los estados.

Habla Rosamaría Córdova, aficionada a la fiesta de los toros desde niña, cuando su padre, luego de explicarle el funcionamiento y sentido de las suertes, la llevaba a las plazas, posteriormente martinista de hueso colorado y hoy destacada ejecutiva en una importante empresa, y agrega: El sector taurino se ha visto mermadísimo a todos los niveles y en todos los sectores, ganaderos, toreros, subalternos, empleados de las plazas, el ejército de vendedores de alimentos y bebidas dentro y fuera de las mismas, todos, todos están muy lastimados económicamente, por lo que me parece que después de la Semana Santa debería comenzar en la Plaza México la temporada de novilladas con el apoyo de las autoridades y de la televisión, abierta o de paga, para transmitirlas. Millones estamos hambrientos de toros y la fiesta urgida de renovar su difusión a partir de ofertas diferentes pero atractivas.

“Aún somos miles −añade Rosamaría− los tenedores de Derecho de Apartado en el coso de Insurgentes, por lo que si a la empresa se le ocurriera algún incremento en ese derecho estoy segura de que la gran mayoría lo aceptaríamos, siempre y cuando, repito, los carteles de toros y toreros salieran de lo trillado, de la monotonía desesperante que hemos padecido en décadas recientes, tanto de ganado como de alternantes, instalados en figuras sin serlo, precisamente por la falta de rivalidad.

“Intercalar con novilladas corridas de toros, no de oportunidad sino de competitividad entre los toreros más destacados de la baraja y los mejor clasificados del concurso denominado ‘México busca un torero’, que permitió comprobar la cantidad de diestros con potencial que hay en México y que un sistema viciado y complaciente consideró, hace muchos años, que no tenía caso incluirlos en el circuito de las figuras y de los que se consideran como tales. Nada de que yo tengo otro nivel y no alterno con modestos. Ahora, si insisten en anunciar los toros de siempre para consagrados comodinos, no veo posibilidades de remontar esta grave crisis taurina. Todas las empresas tienen que apostar por cambios a fondo, no por encimita”, concluye convencida Rosamaría Córdova.

Recibí sorpresiva invitación del matador en retiro Mario Zulaica, el mismísimo director operativo de TauroPlaza México que desde hace cinco años maneja los destinos del coso de Insurgentes, para participar como jurado, junto con El Bardo de la Taurina y Pepe Mata, en una etapa más del certamen México busca un torero. Acepté y como para romper el hielo le dije a Zulaica: empresa, con todo respeto, en México lo que urge aprovechar son toreros que apasionen, y empecé a poner taches.