Viernes 19 de marzo de 2021, p. 15
La pandemia de Covid-19 afectó la salud física y emocional de niños y adolescentes de dos a 12 años de edad. Durante el año que ha durado la emergencia sanitaria, aumentaron su nivel de estrés en 60 por ciento de los casos por la afectación de la economía familiar; en 35 por ciento la pérdida del empleo de sus padres y en 18 por ciento por el fallecimiento de algún miembro de su hogar.
Además, los padres advierten que sus hijos han subido de peso, pues más de la mitad comen más de lo habitual y 60 por ciento de quienes tienen entre ocho y 12 años duermen menos, reveló la Encuesta de Salud y Nutrición en niñas y niños durante la pandemia por Covid-19 (Ensars-CoV-2).
El estudio, realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), encontró que aunque durante estos meses mejoró la relación de los niños con sus padres, también 75 por ciento dedicó más tiempo a actividades de esparcimiento u ocio, pero sólo 27 por ciento reportó hacer más actividad física de la que practicaba antes de la pandemia.
Teresa Shamah, directora del Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas del INSP, presentó en conferencia algunos resultados de la encuesta. Indicó que 3 mil 7 padres, madres y cuidadores contestaron el cuestionario vía electrónica, el cual no es representativo de la situación nacional.
No obstante, los datos proporcionan información de utilidad para la toma de decisiones. De entrada, la necesidad de poner atención en la situación de la población infantil y adolescente.
Durante la pandemia se incrementó el uso de dispositivos electrónicos y la encuesta encontró que 45 por ciento de los niños de ocho a 12 años pasan más de tres horas al día frente a la televisión, una tableta o algún otro instrumento móvil. Sólo 16 por ciento de las personas de este grupo de edad ocupa menos de una hora al día en esta actividad. Más de una tercera parte no realiza ninguna actividad física o lo hace menos de dos veces a la semana.
México, primero en niños contagiados por Covid
Sobre el tema, Muro Brero, jefe de Nutrición de Unicef México, resaltó que nuestro país es uno de los que tienen la mayor cantidad de niños infectados por Covid-19 y con los niveles más altos de mortalidad en adultos.
Respecto de los primeros, se refirió al problema de la inseguridad alimentaria, que subió de 23 por ciento en 2018 a 36 por ciento en 2021, y de la importancia que han tenido los programas sociales, porque al menos 17 por ciento de los beneficiarios señalaron que antes de recibir el apoyo del gobierno federal no tenían qué comer.
Destacó que más de 70 por ciento de los niños consume bebidas azucaradas, al menos un vaso al día y más de 91 por ciento come botanas, frituras y dulces.