Directores y profesores frente a grupo llamaron al gobierno federal a no apresurar un regreso a clases sin tener todas las condiciones, pues si se opta por abrir de forma anticipada y luego hay un nuevo cierre, sería un golpe anímico y sicológico brutal para las comunidades escolares.

En entrevista con La Jornada, indicaron que operativamente será muy compleja una reducción de matrícula, con grupos que llegan a 40 alumnos en primaria y secundaria. Implicará tener menos clases de las que se tienen con la modalidad en línea, pues el profesor no podrá dar cátedra presencial y a distancia al mismo tiempo, además de que no cuentan con insumos de limpieza ni personal para desinfectar los planteles después de cada jornada.

De su lado, la Secretaría de Educación Pública (SEP) confirmó que su titular, Delfina Gómez Álvarez, se reunirá el viernes con funcionarios de la Secretaría de Salud para definir el calendario de apertura de los planteles en las entidades con semáforo epidemiológico verde.

El objetivo es trabajar de manera conjunta y en acuerdo con los estados, con miras a reactivar la educación pública en una forma organizada, estructurada, adecuadamente planeada y bien fundamentada desde el punto de vista técnico del manejo epidémico, destacó.

Los docentes frente a grupo y los directores subrayaron que la SEP no ha dado a conocer ninguna propuesta concreta, más allá de sus nueve acciones de prevención y de cómo se adecuarán los planes y programas de estudio, pues con una asistencia escalonada y reducida de alumnos, prácticamente será imposible alcanzar los aprendizajes esperados.

Reiteraron el llamado a no apresurar un regreso a clases por presiones del sector empresarial. Lo que está en juego es construir un retorno seguro y pausado, pero para el inicio del ciclo escolar 2021-2022, en agosto próximo.

Por separado, la organización civil Save The Children llamó a las autoridades mexicanas a reanudar las clases presenciales lo más pronto posible y bajo condiciones de seguridad sanitaria, pues la ausencia prolongada de las aulas expone a las niñas y niños a la deserción escolar, el matrimonio infantil y otras formas de abuso.

En un pronunciamiento, señaló que un año después de la declaración de la pandemia de Covid-19, las personas menores de edad de todo el mundo han perdido un promedio de 74 días completos de educación presencial, lo cual ha generado que la brecha educativa y socioeconómica se amplíe.

En México, más de 36 millones de estudiantes de niveles básico y medio superior dejaron las clases presenciales desde el 14 de marzo de 2020, lo que ha derivado en una disminución de 10 por ciento de la matrícula escolar, equivalente a más de 3 millones de niños.