En su reciente novela, Fantasmas del Oriente, el escritor destaca la importancia de la memoria histórica, que puede llevar a la justicia o a una reflexión
sobre el genocidio, hace 100 años, contra la comunidad china en el norte de México // Hoy la presenta en el Facebook de Planeta
Martes 16 de marzo de 2021, p. 3
La sociedad moderna ha anulado la memoria histórica sobre genocidios o persecuciones, pero en México ni siquiera nos planteamos la posibilidad de tener este espejo que nos confronta sobre qué hemos sido y de dónde venimos
, señala el escritor Imanol Caneyada, quien este martes presentará su novela Fantasmas del Oriente.
El narrador de origen vasco explica en entrevista con La Jornada que el texto, publicado por Planeta, explora los desafíos a la hegemonía y cómo la alteridad puede provocar este ruido que nos inquieta y obliga a plantearnos realmente quiénes somos o desde dónde partimos en cuanto a colectivo
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La narración está protagonizada por Iturbide Ayón, quien en el siglo XXI exige que haya una reparación por la persecución contra sus antepasados 100 años antes, y Leonor Soufflé, policía judicial que por ser mujer, joven, novata, íntegra e incorruptible se convierte también en una paria
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Caneyada refiere que en su narración hay “referencias a estos espectros que están ahí, hablando específicamente de la comunidad china y de la persecución que sufrió en ciertas regiones del país. Son sombras, fantasmas, que están ahí y que ni siquiera tuvieron un entierro digno.
“En algunos de los cementerios, después de la persecución y expulsión, fueron removidos los cuerpos de chinos y aventados a una fosa común para que los mexicanos tuvieran más espacio.
Somos muy conscientes, y más en los años recientes, de lo clasistas y racistas que somos como sociedad, y de las dificultades que tenemos para relacionarnos con la alteridad, con los otros que no son parte del relato colectivo nacional.
La importancia de la memoria histórica
La novela es sobre la memoria que nos podría llevar a una justicia o por lo menos a una reflexión sobre hacía dónde vamos, qué caminos vamos a recorrer y de qué manera nos vamos a constituir como colectivo, como proyecto social, si el relato que nos hace tiene muchísimas omisiones. Por eso es necesaria la memoria histórica, para llenar esas omisiones y cambiar el relato pensando en el futuro
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Iturbide Ayón, define el escritor, es un antihéroe totalmente quijotesco, que está solo en una empresa imposible, incluso ridícula, que lo convierte en un personaje de novela negra porque va a enfrentar al monstruo del poder que obviamente va a negar y a hacer todo lo posible para que este reclamo de justicia se realice
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El proyecto de escribir sobre la persecución de la comunidad china en México la traía en mente desde hace mucho tiempo. Me encontraba con datos, iba investigando, guardando información. Pero no me decidí a escribirla porque no quería hacer una novela histórica.Foto José Antonio López
Se hermana con Leonor “en su desamparo y quijotismo, en su concepción totalmente absurda y marginal de la realidad; tenemos a esta policía judicial en un ambiente donde ser mujer excluye y condena, es la alteridad, pero además es enormemente íntegra y sí cree que ser policía implica hacer el bien y proteger a la ciudadanía.
Estos dos personajes se complementan, se convierten en dos fantasmas a su vez; aunque están vivos, son como dos espectros que incomodan a la gran estructura hegemónica. No solamente la incomodan, se convierten en sus demonios.
Un género que cultiva con compasión
El escritor naturalizado mexicano menciona que escribió la novela negra porque le gusta mucho ese formato y, “si voy a estar un año y medio o dos sentado, escribiendo, procuro que sea algo que me divierta. Es un género que me gusta mucho como lector y autor, y lo cultivo con compasión y amor.
“Además, la historia tiene muchísimos elementos del género negro, entendido como el que aborda aspectos que tienen que ver con la criminalidad, con la corrupción y el poder.
En este caso, la persecución de la comunidad china en México, el acoso y la violencia de la que fueron víctimas, y el genocidio que sostiene uno de los personajes son elementos que encajan perfectamente en el género.
La investigación histórica que sostiene parte de la novela comenzó hace años, cuenta Caneyada. El proyecto de escribir sobre la persecución de la comunidad china en México, específicamente en el noroeste, donde fue más salvaje, la traía en mente desde hace mucho tiempo. Me encontraba con datos, iba investigando, guardando información. Pero no me decidí a escribirla porque no quería hacer una novela histórica, no me sentía cómodo
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Imaginar la posibilidad de que un descendiente de los chinos violentados y asesinados reclamara en pleno siglo XXI, le permitió pensar en la novela como artefacto.
Imanol Caneyada presenta hoy Fantasmas del Oriente a las 19:30 horas, en la cuenta de Facebook @planetadelibrosmx. Lo acompañarán los escritores Mónica Lavín y Bernardo Esquinca.