El proceso puede conducir a mayor liberación de carbono a la atmósfera, señalan especialistas
Martes 16 de marzo de 2021, p. 2
Madrid. La pérdida de glaciares en el mundo aumenta la descomposición de moléculas complejas de carbono en los ríos, lo que podría contribuir aún más al cambio climático.
Un equipo de investigación internacional, dirigido por la Universidad de Leeds, en Reino Unido, vinculó por primera vez los ríos de montaña alimentados por glaciares con tasas más altas de descomposición de material vegetal, proceso importante en el ciclo global del carbono. Los resultados del trabajo se publican en Nature Climate Change.
A medida que los glaciares de las montañas se derriten, el agua se canaliza hacia los ríos, pero con el calentamiento global acelerando la pérdida de esas masas de hielo y nieve, los caudales tienen temperaturas de agua más cálidas y son menos propensos a un flujo variable y al movimiento de sedimentos. Estas condiciones son mucho más favorables para que los hongos se establezcan y crezcan.
Los hongos que viven en estos ríos descomponen la materia orgánica, como las hojas de las plantas y la madera, lo que eventualmente conduce a la liberación de dióxido de carbono al aire. El proceso, una parte clave del ciclo global del carbono de los ríos, ahora se ha medido en 57 ríos en seis cadenas montañosas del mundo, en Austria, Ecuador, Francia, Nueva Zelanda, Noruega y Estados Unidos.
Sarah Fell, de la Escuela de Geografía de Leeds y water @ leeds, y autora principal del estudio, explicó que se han descubierto pautas y procesos similares en todo el mundo. Encontramos aumentos en la tasa de descomposición de la materia orgánica en los ríos de montaña, que luego se puede esperar que conduzcan a una mayor liberación de carbono a la atmósfera
, añadió.
Retroalimentación climática
Esta es una forma inesperada de retroalimentación climática, por la cual el calentamiento provoca la pérdida de glaciares, que a su vez recicla rápidamente el carbono en los ríos antes de que regrese a la atmósfera
, prosiguió.
El retroceso de los glaciares de montaña se está acelerando a un ritmo sin precedente en muchas partes del mundo, y se prevé que el cambio climático provocará la pérdida continua de hielo en el siglo XXI.
Sin embargo, la respuesta de los procesos del ecosistema fluvial (como el ciclo de nutrientes y carbono) a la disminución de la cubierta de glaciares, y el papel de la biodiversidad fúngica en impulsarlos, sigue siendo poco conocido.
El equipo de investigación utilizó tela de lona de artistas para imitar materiales vegetales como hojas y césped que se acumulan de forma natural en los ríos. Esto fue posible porque el lienzo está hecho de algodón, compuesto predominantemente de celulosa, polímero orgánico más abundante del mundo que se encuentra en las hojas de esas plantas.
Las tiras de lona se dejaron en los ríos alrededor de un mes, luego se recuperaron y se probaron para determinar con qué facilidad se podían rasgar. Las franjas se rasgaron más fácilmente a medida que los hongos acuáticos las colonizaron, lo que mostró que la descomposición de las moléculas de carbono se produjo más rápidamente en los ríos que eran más cálidos porque tenían menos agua que fluía de los glaciares.
Lee Brown, coautor del estudio y profesor de la Escuela de Geografía de Leeds y water @ leeds, explicó: Nuestro hallazgo de pautas similares de degradación de la celulosa en sitios de todo el mundo es emocionante, porque sugiere que podría haber una regla universal sobre cómo se desarrollarán estos ecosistemas fluviales a medida que las montañas continúen perdiendo hielo. Si es así, estaremos en una posición mucho mejor para hacer pronósticos sobre cómo cambiarán los ecosistemas fluviales en el futuro
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