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Labores domésticas agobian a mujeres por teletrabajo
 
Periódico La Jornada
Jueves 11 de marzo de 2021, p. 17

En el contexto del Covid-19, las madres con trabajos remunerados dedican 20 horas a la semana a labores no remuneradas, mientras que los padres dedican sólo cinco horas a la semana, señaló Annabelle Sulmont, coordinadora del proyecto iniciativas gerenciales del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

En la presentación del estudio Madres trabajadoras y Covid-19: efectos de la pandemia en circunstancias de teletrabajo en México, expuso que el sondeo arrojó que el trabajo a distancia está detonando en muchas mujeres que son madres un sufrimiento inédito y un agotamiento crónico, ya que ya no existen espacios propios, tanto a nivel físico como de tiempo.

Se han perdido 1.3 millones de empleos formales

Lorenzo Jiménez de Luis, representante residente del PNUD en México, indicó que el impacto ha sido brutal en la realidad de las madres trabajadoras. Ahora realizan tres actividades en una, pues son maestras, realizan actividades del hogar y su trabajo remunerado. Algunas tuvieron que renunciar a alguna de esas actividades, y la más fácil de dejar de lado era la actividad laboral. Así, a un año del comienzo de la pandemia en el país se han perdido 1.3 millones de empleos formales de mujeres en condición de teletrabajo.

También ha significado el desarrollo de destrezas fuera de lo común para movilizar habilidades de organización y en general ha creado un conflicto dada la necesidad de conciliar trabajo a distancia, crianza, educación y labores del hogar.

Nadine Gasmam, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), dijo que hace un año cuando el Covid se expandió, y se aplicaron medidas de confinamiento, ello colocó a las mujeres en condiciones peores a las que existían antes de la emergencia sanitaria, porque “fueron ellas las responsables no sólo de las labores domésticas y de los cuidados, sino, también se convirtieron en maestras, enfermeras y salieron a comprar alimentos.

Las mujeres quedaron atrapadas en un círculo de actividades que las dejó exhaustas y sin tiempo para sí mismas.