La autonomía que se concedió a las fiscalías ante la demanda de la sociedad tal parece que se la han tomado como fuera del Estado, pues ha redundado en una falta de rendición de cuentas tanto en el plano jurisdiccional como en el ámbito político, aseguró la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. Expresó su postura de promover cambios a las normas constitucionales que regulan su funcionamiento para que sus actuaciones estén estrictamente apegadas a derecho.

Sánchez Cordero abordó diversos temas y celebró el avance de cinco lugares en el índice de percepción de la corrupción mundial, lo cual es una buena noticia para nuestro país, para la población y para el gobierno. Confió en que el próximo año México continúe mejorando en ese reporte.

Sánchez Cordero dijo que en materia de seguridad hay colaboración con la administración de la Ciudad de México, puntualizando que cada lunes la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, presenta los avances en el índice delictivo, del cual se desprende que casi todos los delitos van a la baja. Sin embargo, la secretaria reconoció que hay grupos criminales que operan en la capital: Tepito, Tláhuac, Tlalpan, acotó sin añadir más.

En torno al desempeño de las fiscalías estatales, si bien dijo no es generalizado, sí está claro que muchas de ellas no tienen controles ni siquiera de carácter político, pues al único que le podrían rendir cuentas es a la instancia que los nombró, el Congreso local. La sociedad quería fiscalías con autonomía, pero consideró necesario acotarlas.

Por otro lado, ayer al mediodía, el padre Alejandro Solalinde acudió a Palacio Nacional donde permaneció poco más de una hora, sin dar detalles de su visita al salir.