Jueves 28 de enero de 2021, p. 9
En Tamaulipas, los cárteles del Noreste y del Golfo son los más violentos de la entidad y se disputan el control territorial como elemento clave para el tráfico de drogas, secuestro, extorsión y traslado de migrantes nacionales y extranjeros de territorio mexicano a Estados Unidos, indicaron funcionarios que participan en el gabinete de seguridad.
En ese contexto, la Fiscalía de Justicia de Tamaulipas ya cuenta con los perfiles genéticos de los restos de 17 de las 19 víctimas calcinadas en días pasados en dos vehículos en el municipio de Camargo, y que presuntamente podrían corresponder a un grupo de migrantes plagiados por grupos delictivos, aunque no se ha determinado si son de ciudadanos guatemaltecos reportados como desaparecidos.
Funcionarios federales y estatales informaron a La Jornada que la fiscalía tamaulipeca ya cuenta con los datos genéticos de todos los restos encontrados en el municipio de Camargo, que los peritos estatales han logrado establecer que 16 de los 19 pertenecían a personas del sexo masculino y uno al sexo femenino, aunque en dos casos no se ha podido determinar el género, debido al daño físico que provocó el fuego.
A pesar de estos avances, para concluir si los restos localizados corresponden al grupo de migrantes guatemaltecos –como incluso ha señalado el gobierno de esa nación centroamericana–, falta que mediante protocolos diplomáticos las muestras genéticas que han tomado las autoridades de ese país se hagan llegar a los peritos mexicanos para realizar la confronta de ambos registros y llegar a una determinación en cuanto a la identidad de cada osamenta.
De acuerdo con la información recabada, los municipios de la llamada frontera chica, entre los que se encuentra Camargo, están bajo el control de los cárteles del Noreste y del Golfo, ambas organizaciones controlan el tráfico de drogas en esta zona que limita con el río Bravo, y por ende están cercanos a la frontera con Estados Unidos.
En el caso de Camargo, este territorio colinda con los municipios de Miguel Alemán y Gustavo Díaz Ordaz, dos de los principales puntos de confrontación entre ambos grupos delictivos.