Jueves 28 de enero de 2021, p. 7
Belgrado. Un detonante colectivo
. Desde que una actriz serbia dijo públicamente que había sido violada por su antiguo profesor, miles de mujeres de los Balcanes están hablando de violencia sexual, un clamor masivo que las activistas esperan que se traduzca en un cambio duradero.
Los países de la región, mayoritariamente patriarcales, viven en los pasados años movimientos contra la violencia a las mujeres. Pero la ola desatada desde hace unos diez días bajo el lema No estás sola
(Nisi Sama) es sorprendentemente importante.
La catarsis se produce sobre todo en Internet, como en la página de Facebook Yo no lo busqué
(’’’’) creada por actrices bosnias.
Durante años, he hecho acopio de valor para contárselo a alguien, para calmar mi alma, para resucitar a la niña asesinada dentro de mí
, escribe una joven sobre la agresión sexual que sufrió a los 14 años.
Las mujeres se inspiraron en Milena Radulovic, de 25 años, una conocida actriz de la región, que rompió el silencio en el diario Blic el 17 de enero.
La actriz acusa a Miroslav Aleksic, de 68 años, un famoso profesor de teatro de Belgrado, de haberla violado cuando era menor de edad y de haber abusado de otras alumnas de su prestigiosa escuela.
El profesor, en prisión preventiva durante un mes, niega todas las acusaciones.
Tenemos que parar esto
dice la actriz, refiriéndose a su enorme responsabilidad con los niños, con la sociedad y también conmigo misma. Si guardamos silencio, permitimos el mal
.
Los testimonios de abusos se extienden a todas las esferas de la sociedad.
Según un estudio de la OSCE de 2019, la tasa de mujeres que denuncian acoso sexual en Serbia es unos 10 puntos inferior a la media de la Unión Europea.
Según los autores, es probablemente consecuencia de los tabúes
que impiden a las mujeres denunciar y de la falta de conciencia de lo que es el acoso sexual
.
Hartazgo
En Serbia, la victoria legal de la ex secretaria Marija Lukic contra su empleador, el alcalde de una pequeña ciudad, condenado en 2020 a tres meses de prisión por acoso y agresión sexual, se considera la primera manifestación de un #MeToo serbio.
Pero el hartazgo existe desde hace mucho tiempo.
“Hay mucha energía, frustración y miedo entre la población femenina", mencionó a la Afp Marinella Matejcic, una activista croata de la asociación PaRiter.
Su movimiento Mujeres en el espacio público
, lanzado en el verano de 2020, ha recogido miles de testimonios de acoso callejero.
En Belgrado, el teléfono del Centro Autónomo de la Mujer (AŽC), que acompaña a las víctimas de la violencia desde 1993, no deja de sonar.
Normalmente, recibimos llamadas sobre todo por violencia física o sicológica. Es raro que las mujeres nos cuenten la violencia sexual inmediatamente
, señaló Sanja Pavlović, una de sus miembros.
Las palabras de Radulovic sonaron como un detonante colectivo
, aseguró.
En Twitter se organizó una denuncia colectiva ante las autoridades universitarias contra un profesor de la facultad de filología de Belgrado.
Y la decana de la facultad de arte dramático de Zagreb afirma haber recibido una veintena de denuncias de acoso y agresión sexual en pocos días.
Las ONG esperan que el fenómeno en curso se traduzca en un cambio duradero.
Más allá de los mensajes de apoyo y los llamamientos a la denuncia, me gustaría que nuestros políticos tomaran la iniciativa de cambiar la ley
para facilitar la tramitación judicial de los casos de violación, afirma Sanja Pavlovic.
El sicólogo Goran Milanovic lanzó, junto a otras personas, una petición para exigir que se incluya en los programas escolares la educación sobre el reconocimiento y los métodos de protección contra la violencia sexual
.
Esta iniciativa, llamada No es no
, ha recogido casi 10 mil firmas.