París. El sector cultural europeo perdió 31 por ciento de su volumen de negocios debido a la pandemia, según un estudio publicado ayer que destaca que esa parte de la economía representa un peso pesado, uno de los vectores de la recuperación.

“La economía cultural es una potente palanca de proyección de la Unión Europea: las exportaciones de bienes culturales representaron 28 mil 100 millones de euros en 2017 (684 mil millones de pesos al cambio actual), afirma el informe de la red internacional de auditoría EY.

La cultura ha sido considerada actividad no esencial en algunas estrategias nacionales de lucha contra el Covid-19, pero hay que anclarla en la economía, subrayó Marc Lhermitte, autor de este estudio que establece que las Industrias Culturales y Creativas (ICC) figuraban antes de la pandemia entre los pesos pesados de la economía de la Unión Europea.

Con unos ingresos estimados en 643 mil millones de euros (781 mil millones de dólares) y un valor añadido generado de 253 mil millones de euros (307 mil millones de dólares) en 2019, las ICC representaban entonces 4.4 por ciento del PIB de la UE en términos de volumen de negocios. Es decir, una contribución económica superior a la de las telecomunicaciones, la alta tecnología, la industria farmacéutica y la industria del automóvil.

Pero en 2020, este sector perdió alrededor de 31 por ciento de su volumen de negocios. Si bien el transporte aéreo es el que más sufre, las ICC registraron pérdidas superiores a otros sectores claves como turismo y automotriz (-27 y -25 por ciento, respectivamente).

El estudio cifra esta caída en -90 por ciento entre 2019 y 2020 para el espectáculo en directo y en -76 por ciento para la música.

Jean-Noël Tronc, presidente de la Agrupación Europea de Sociedades de Autores y Compositores, que encargó el estudio, dijo temer un annus horribilis bis en 2021. La anulación del festival inglés de Glastonbury es una señal extremadamente preocupante, con riesgo de efecto dominó porque el encuentro articula las giras europeas de artistas internacionales. Muchos actores culturales no se levantarán de un segundo año en blanco.