La denuncia interpuesta ante la Fiscalía General de la República por la filtración de información relacionada con el caso Ayotzinapa se presentó porque es muy grave, ya que pone en riesgo el proceso y la integridad de los involucrados, indicó la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

Al encabezar ayer la conferencia de prensa en Palacio Nacional, ante la ausencia del presidente Andrés Manuel López Obrador luego de que dio positivo a Covid-19, la funcionaria federal sostuvo que México sería otro país si las dependencias locales asumieran a plenitud los protocolos de investigaciones judiciales con enfoque de género.

Durante la conferencia de prensa en el Salón Tesorería, se preguntó a la encargada de la política interna del país sobre la información difundida con declaraciones de uno de los detenidos, presuntamente involucrado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. El gobierno federal, dijo, respeta la libertad de expresión, y aclaró que la denuncia no es contra los medios de comunicación que la difundieron, sino contra quien resulte responsable por la filtración.

El caso es muy grave, porque pone en riesgo no solamente la investigación, sino que en realidad pone en riesgo la propia vida y la integridad de varias personas que se relacionan en esta investigación y en esta filtración; por eso se decidió interponer y denunciar ante la Fiscalía General de la República esta situación, esta filtración, agregó.

Además, la ex ministra lamentó que con la violencia digital –al referirse a la publicación, sin consentimiento de la víctima, de contenido sexual en sitios de Internet– cada día es más amplio el espectro de agresiones que sufren las mujeres.

Si las investigaciones se realizaran de manera que las mujeres se sientan realmente respaldadas y que no sean revictimizadas por las propias autoridades, seríamos, de verdad, otro país, concluyó.