El Covid fue implacable con la familia García en California. La madre de Mikey, campeón mundial en cuatro categorías y aspirante al cetro wélter, murió hace menos de un mes por esta enfermedad. La pérdida tuvieron que mitigarla con el trabajo inaplazable en el boxeo, asegura Robert, entrenador y artífice de los títulos que tiene su hermano.

Todos nos contagiamos en la familia, y lamentablemente mi mamá no resistió (...) los demás tenemos que salir adelante aun con la pena y mirar lo que viene, expresó.

Resignado, agrega que viene mucho trabajo con sus peleadores en ascenso, porque los más consolidados han sido afectados con la crisis económica que trajo consigo la pandemia. Los jóvenes que combaten pocos episodios tienen más ofertas, en contraste con los protagonistas de grandes carteleras, como su hermano Mikey, cuyos eventos requieren de inversiones grandes y la participación del público.

La pandemia interrumpió el buen paso de Mikey, pero hoy es difícil organizar una cartelera de mayor nivel porque se necesita la inversión de mucho dinero y sin público, que genera hasta ocho millones de dólares, es difícil pagarles a los nombres más conocidos, dijo.

El equipo de García deseaba enfrentar a Manny Pacquiao en 2020, en una de las más rentables peleas del año. Pero la pandemia lo estropeó. Hoy no sabemos con quién regresaremos. Nuestra intención es volver con Mickey para el verano. Ya empiezan a permitir acceso de afición en Texas y Florida; lo importante es pelear de nuevo.

Mientras se concreta, Robert y su familia asimilan la pérdida por el Covid y viajan sólo en auto para transportar a su peleadores.