A cinco años de la muerte de María de Jesús Jaimes Zamudio, la Fiscalía Especializada en Feminicidio la reclasificó de homicidio doloso a feminicidio, lo cual es un primer paso para buscar justicia y se castigue a los involucrados, afirmó su madre, Yesenia Zamudio.

Después de una reunión con la titular de la fiscalía, Sayuri Herrera, que se prolongó una hora, informó que siete servidores públicos, entre policías, peritos, médicos forenses y un agente del Ministerio Público (MP), en su mayoría mujeres, hoy están como imputados.

Asimismo, los siete presuntos involucrados, un maestro y alumnos de la carrera de ingeniería petrolera del Instituto Politécnico Nacional, quienes trabajan en Petróleos Mexicanos y están protegidos por su sindicato, también serán investigados, indicó.

Se trata, dijo, de un primer paso para buscar justicia, pues se reconoce a Mary como víctima y a su familia como víctima colateral, por lo que el caso avanza, ya que no pasaba de homicidio doloso y eso es desesperante.

El trabajo realizado por la fiscalía permitió actuar en contra de los servidores públicos que incurrieron en negligencia y atención médica; contra el MP que estaba entorpeciendo y manipulado la investigación, causando el delito de prevaricación, así como las secretarias escribas, servidores que en su mayoría eran mujeres, precisó, al comentar que sólo faltan dos peritajes, que se realizarán el próximo mes, a fin de que la investigación se realice con perspectiva de género, con todo lo que conlleva.

El 15 de enero de 2016, recordó Yesenia, su hija fue privada de la libertad e incomunicada por varias horas, y después arrojada desde el balcón de su propio departamento, ubicado en un quinto piso, en la unidad habitacional Ticomán, en Gustavo A. Madero.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió la recomendación 09/2019 y ahora tenemos los primeros avances para que se haga justicia y se conozca la verdad, confió.

Por otra parte, mujeres del colectivo Tribu Anárquica colocaron en las paredes de la Fiscalía General de Justicia un tendedero con fotografías de violadores, agresores y abusadores, y realizaron pintas en demanda también de justicia.