En el llano la vihuela...
l año pasado, me tardé, se publicó la tercera edición de La vihuela en el llano, obrita de doble signo, visual-escritural, rubricada por las manos del decimero –en este caso decimero, más frecuentemente investigador– Raúl Eduardo González y el grabador, que también se avienta una décima y mala no, Alec Dempster.
Se explica en la presentación que en un rencuentro verificado dos décadas después de haberse conocido, de más de 100 décimas que glosando refranes escribiera el primero, para ilustrarlas eligió 10 el segundo, las cuales, en una segunda vuelta, ahora a partir de la imagen conseguida por el canadiense, se verían duplicadas; por así decir, tendrían su gemela.
Como gemelas se presentan, dobles, en las páginas pares de la publicación. A color en las nones la concreción de la visión interna de Dempster, quien por lo demás algo tiene de músico (fue el folclor lo que unió a los artistas), sobre la lírica del unamita radicado en Michoacán.
Dempster: Estas diez xilografías / conversan con el poeta / Raúl, quien planteó la meta / de interpretar sus poesías. / En pos de nuevas porfías / en el arte del grabado, / tomé su verso rimado, / deudor del noble refrán, / y me puse con afán / a ilustrar lo encomendado
.
Si la unidad estrófica para el japonés pudiera ser el haikú, la de la lengua española andaría, supondremos, entre la copla y el refrán. En la pla-quette que abordamos comentarios e historias en ocho versos culminan en el pareado aleccionador, ilustraciones (como platicadas) del decir y pensar popular que ilustra Dempster, cuyo trabajo luego ilustra en palabras (segunda décima) Raúl Eduardo González.
De éste, naturalmente: “Hasta el mero Apatzingán / llegó un músico que, al punto, / quiso integrarse a un conjunto / de aquellos que hay en el Plan. / Díjole Antonio Alemán: / ‘Usted sí que ni la amuela, / suena peor que una cazuela, / pare sus gritos, / mi hermano: / uno es cantar en el llano, / y otro, templar la vigüela’”.
Los créditos editoriales, de Juan Pascoe, por el Taller Martín Pescador, y de Celeste Jaime, por Alternativa Ediciones. Hasta la próxima.