Lunes 11 de enero de 2021, p. 12
Especialistas de la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales (Mocaf), de las universidades Autónoma Chapingo y Nacional Autónoma de México (UNAM), señalaron que el programa Sembrando Vida no cumple con el objetivo de impulsar la reforestación en el país, como destaca el gobierno federal.
Indicaron que esta iniciativa se desarrolla en zonas que no se dedican a la actividad forestal, sino que mejora áreas que ya fueron abiertas al cultivo, aunque falta por garantizar que genere esquemas productivos sostenibles.
De acuerdo con la Secretaría de Bienestar, en 2020 se invirtieron más de 27 mil millones de pesos en el empleo de 416 mil 192 sembradores, en un millón 40 mil 480 hectáreas de sistemas agroforestales que ya están establecidas o en proceso
, así como en la producción de más de 663 millones de especies, sobre todo forestales. También aumentó el número de Comunidades de Aprendizaje Campesino (CACs) al llegar a 17 mil 124, y se formaron 13 cooperativas de sembradores para la administración de su propio ahorro.
Agregó que en 2020 el programa alcanzó prácticamente 100 por ciento de sus metas y se extendió a 20 entidades; entre ellas, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Colima, Durango y Guerrero.
Al respecto, Gustavo Sánchez, presidente de la Red Mocaf, expuso que es necesario conocer cuántas hectáreas hay establecidas en cada una de las 20 entidades donde opera el programa, y recordó que al cerrar 2019, según lo reportado, se sembró 14 por ciento de la meta inicial programada, que era de 575 millones de árboles.
Indicó que a esta iniciativa se destinan cerca de 10 veces más recursos al año de lo que recibe la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y no es claro cuál es el impacto que se está alcanzando
.
Jorge Antonio Torres Pérez, investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, añadió que si bien el programa busca consolidar el tejido social de las comunidades, esto no se logrará al entregar el apoyo de 5 mil pesos de manera individual, incluso a pesar de las comunidades de aprendizaje. En este sentido, destacó otros modelos como el manejo forestal comunitario, que ha demostrado mejores resultados.
Carlos González Esquivel, investigador del Instituto de Ecosistemas y Sustentabilidad de la UNAM, indicó que Sembrando Vida no aporta a la conservación de bosques, sino a mejorar áreas que abiertas al cultivo y que pueden tener un manejo más sustentable de manera orgánica
. Los beneficios que en su caso podrá tener es en términos de captura de carbono y de una mejor regulación del microclima.