Debido al incremento en la introducción de drogas y de precursores para estupefacientes químicos de efectos devastadores en los consumidores, se adoptó la decisión de trasladar la administración de los puertos en México de la Secretaría de Comunicaciones a la de Marina, ratificó el presidente Andrés Manuel López Obrador.

No es militarizar, es reforzar la vigilancia en los puertos. Imaginemos si sólo los servidores públicos pueden resistir las presiones de la delincuencia organizada, el plata o plomo. Es un asunto de seguridad nacional, señaló.

Al concluir su gira por Michoacán y Colima, también dimensionó la importancia económica de los puertos y las aduanas por las que en 2020 ingresaron 850 mil millones de pesos, una cifra superior a los 550 mil millones de pesos que aportó la exportación petrolera. Son recursos con los que se financia la política social, por lo que, destacó, combatir la corrupción no sólo es un asunto de tener más recaudación, diría no sólo es un asunto de índole económica, es también de índole moral y social.

El mandatario agregó que se está llevando a cabo esta transformación, este cambio, para que se combata la corrupción que imperaba en los puertos, las concesiones otorgadas a familiares de políticos para el manejo de los puertos, la comercialización de todas las actividades que se realizan en los recintos portuarios. Ahora lo que se está aplicando es una política de cero corrupción.

En su oportunidad, el secretario de la Marina Armada de México, Rafael Ojeda Durán, respaldó que el traslado a esa dependencia de la responsabilidad de la operación de los puertos no implica su militarización y agregó que varios de los cargos relevantes estarán bajo la gestión de la marina náutica. ¿Qué quiero decir con esto? Que el control de los puertos, así como el control de la educación naval, va a estar bajo la tutela de los marinos náuticos, dijo el almirante, quien pidió a López Obrador elevar a rango de Subsecretaría la Coordinación General de Puertos.

El administrador general de Aduanas, Horacio Duarte, resaltó la importancia de no permitir la corrupción en este sector fundamental que generó esos 850 mil millones de pesos, a pesar de las dificultades que implica la pandemia mundial de Covid-19. No es simplemente un acto burocrático, sino también una convicción social para ayudar al pueblo de México que permite financiar, expresó, las becas o los apoyos a adultos mayores.

Duarte informó que en este año se han dado importantes golpes al crimen organizado con el decomiso de drogas, armas y mercancía ilegal que, de no haberse frenado en las aduanas, hoy estarían en las calles causando mucho daño a las familias. En estas acciones se actuó en coordinación con la Marina, el Ejército y la Guardia Nacional.

La nueva coordinadora general de Puertos, Ana Laura López Bautista, aseguró por su lado que los cambios en la operación portuaria permitieron que se incorporara a los marinos mercantes para ocupar cargos con estos niveles de responsabilidad. Se debe aprovechar la oportunidad histórica para mayor coordinación entre marinos mercantes y navales.

López Obrador habló de la mutación en el consumo de drogas, que ha pasado de la mariguana y la amapola, como estupefacientes de mayor consumo y comercialización, a las drogas sintéticas. Ahora lo que predomina es el comercio del fentanilo y estos insumos químicos, de donde se obtienen drogas químicas en laboratorios que hay en varias partes del país, “conocidos coloquialmente como ‘cocinas’, laboratorios improvisados donde se elabora esta droga, repito, peligrosísima para los jóvenes”.

Para el Presidente, la operación del crimen organizado en los puertos demandaba la intervención de una dependencia como la Marina para su control. Más adelante subrayó la honestidad de Ojeda Durán, al que llamó incorruptible. Más tarde, en un video, mencionó que la relevancia que han alcanzado los puertos del Pacífico mexicano ha provocado que Colima, a pesar de ser pequeño, sea uno de los estados con mayor violencia en el país.